El rey del empate recibe el próximo domingo al equipo que menos puntos reparte. Aritz López Garai ha prolongado y matizado la idea futbolística iniciada por Natxo González en el Reus Deportiu, con el que logró el ascenso y la permanencia posterior a base de partidos de baja temperatura. Rocosidad defensiva, rentabilidad de los pocos goles anotados y consistencia en todas sus líneas. Ninguna de ellas podría llegar a un sobresaliente, quizás, pero ninguna baja del aprobado holgado. Justo el polo opuesto de lo que ha mostrado el Córdoba en toda la temporada, incluso en sus mejores momentos. Los blanquiverdes mantienen el récord esta temporada de partidos consecutivos anotando, 16, pero también son el tercer equipo más goleado de Segunda y el que menos igualadas ha sumado, en una línea de irregularidad general tan sólo mejorada, que no resuelta, desde la llegada de José Ramón Sandoval. En cualquier caso, se enfrentarán en el Municipal de Reus un equipo más que equilibrado pero sin destellos a otro en el polo opuesto: dificultad para encontrar ese equilibrio, aunque con destellos individuales más que notables. Solo como ejemplo: el Reus Deportiu ha anotado 30 goles en lo que se lleva de Liga, mientras que Sergi Guardiola ha marcado 21. Mientras que los catalanes han anotado tan sólo 19 goles en 20 partidos jugados en casa -menos de uno por encuentro-, el Córdoba ha encajado como visitante 39, casi dos en cada choque de media.

Tres goles en el 2018

Otro ejemplo más a tener en cuenta por el Córdoba sobre su próximo rival es que en el Municipal de Reus se han visto tan sólo tres goles visitantes en casi cinco meses, lo que se lleva de 2018. Anotó uno el Lugo para llevarse el triunfo a principios de enero, al igual que el Zaragoza y el Tenerife, que se llevaron un punto cada uno gracias a cada uno de esos goles. Un empate que no sería mal resultado en otras circunstancias para un Córdoba que necesita del triunfo para llegar a la última jornada no sólo fuera de los puestos de descenso, sino pudiendo manejar la situación en función de los resultados de sus rivales por la permanencia. Para poner en perspectiva esa rocosidad casera de los rojinegros, baste decir que en lo que se lleva de 2018, el Córdoba ha encajado en El Arcángel 10 goles, más del triple que los catalanes en el Municipal. Y eso, en la mejor etapa blanquiverde en lo que se lleva de temporada. Si a los de Garai esos tres goles les costaron siete puntos, a los de Sandoval el coste fue de 11 puntos.

A tener en cuenta

Sólo en nueve encuentros de los 40 disputados encajó el equipo de Garai dos goles o más y en todos ellos perdió, salvo en uno: en el empate a dos en el Municipal de Reus ante el Real Valladolid. Lógicamente, la dificultad de los rojinegros para anotar ha quedado más que demostrada, pero también lo complicado que resulta hacerles, al menos un gol. Sólo ha existido una excepción y ha sido, precisamente, el Córdoba.

El conjunto blanquiverde le hizo una manita en El Arcángel al Reus en el último encuentro del 2017, en El Arcángel. Bajo las órdenes de Jorge Romero y con Jesús León en el estadio, recién firmado el contrato de arras en Madrid unas horas antes, el Córdoba pareció festejar ese cambio en la propiedad con un triplete de Sergi Guardiola, que anotó en los minutos 24, 26 y 78, y un doblete de Sergio Aguza, que marcó en los minutos 49 y 85. Ha sido el único gran borrón en el sólido sistema defensivo del Reus Deportiu en lo que se lleva de temporada. El Córdoba tendrá que repasar el vídeo de aquel encuentro.