La pretemporada ya es historia, y siguiendo las palabras de ayer del técnico del Córdoba, Luis Carrión, «empieza lo bueno». El club blanquiverde inicia una nueva temporada en la que ha transformado por completo su plantilla, con diez fichajes nuevos, cuatro jugadores que suben del filial y 18 bajas.

La transformación ha disminuido sensiblemente la edad media de un grupo hecho a la medida de su joven técnico. El club ha ido decreciendo en su ambición declarada conforme avanzaba el verano. Si al inicio de la pretemporada el presidente, Alejandro González, aseguraba que el objetivo era el ascenso, durante el verano este término se ha convertido en tabú.

La máxima del partido a partido se impone en el Córdoba de la 2017/18, y el primer pasito para construir los cimientos que permitan estar en la zona alta de la clasificación debe darse esta tarde noche frente al Cádiz (a las 20.30 horas en El Arcángel).

El Córdoba llega al debut liguero tras más de un mes perfilando un estilo de juego y una idiosincrasia que su entrenador repite en cada comparecencia pública. El control del balón, mantener la posesión y jugar desde el toque y la creación son las máximas que Carrión trata de grabar en la mente de sus futbolistas. El barcelonés ha tenido la suerte de contar con el grueso de los fichajes desde el primer día de la pretemporada, lo que le ha permitido armar un grupo humano que llega al inicio de la competición con un buen rodaje.

DOS ESTILOS OPUESTOS

No le ocurre lo mismo al rival, el Cádiz. El equipo que dirige Álvaro Cervera se encuentra aún a medio hacer, con varios fichajes de peso por realizar. Sin ir más lejos, los gaditanos presentaron a los centrales Kecojevic y Villanueva el pasado jueves, y dieron a conocer la incorporación del guardameta Rubén Yáñez ayer.

Los estilos de juego de ambos conjuntos no pueden ser más diferentes. El Córdoba de Carrión gusta de manejar el balón y construir desde atrás, adelantando al equipo cuando el rival tiene el esférico para presionar y robar en su campo. El Cádiz, por su parte, rehúye de dominar los encuentros por la posesión y se siente cómodo esperando al rival. El conjunto amarillo tiene muchísimo peligro a la contra ya que su mejor arma es la velocidad y el juego por bandas. Sus dos extremos, Salvi y Álvaro, son dos auténticos aviones que la pasada campaña sumaron entre ambos 13 goles y 16 asistencias, y que gustan de jugar con espacios para aprovechar los huecos que los rivales dejan cuando se lanzan al ataque.

El Córdoba debe manejar de forma correcta algunos parámetros para que el plan salga bien y lograr la victoria. En primer lugar, el control del balón no debe ser intrascendente sino que ha de moverse con rapidez para desarbolar la defensa rival, buscando a Galán para desbordar por fuera y a Alfaro para el juego entre líneas. Además, la presión adelantada debe efectuarse a la perfección para evitar que el Cádiz la rompa y penetre con espacios aprovechando la velocidad de sus atacantes para hacer daño a la defensa adelantada del Córdoba. Joao Afonso no es especialmente rápido y puede sufrir si los planes de Carrión se trastocan.

En definitiva, el equipo que mejor sepa explotar sus cualidades y mitigar sus debilidades se llevará el gato al agua y los tres primeros puntos al casillero.