La escena de Sandoval en sala de prensa, con la lágrima a flor de piel y la posterior con su familia no sólo confirmaba la importancia del de Humanes en la resurrección del Córdoba, sino el camino por el que lo ha conseguido: por la vía del compromiso, la fe y la entrega para una causa que, en principio, se veía imposible: remontar 11 puntos con la salvación. En su particular Liga, el técnico tiene al Córdoba en puestos de eliminatorias de ascenso a Primera, ha ganado siete de los 13 encuentros en los que ha dirigido a los blanquiverdes y sólo ha salido derrotado en cuatro: en su debut, ante el Granada, en Soria, en León y ante el Huesca, hace poco más de una semana. En esa particular Liga se sitúa en la cuarta posición después de anotar 20 goles y encajar 15. Aunque sigue siendo el equipo más goleado, con Sandoval el Córdoba encaja bastante menos. En esos 13 encuentros, ocho equipos han encajado más goles que el Córdoba y otro, el Oviedo, los mismos. El ritmo goleador es más que aceptable, ya que esos 20 tantos anotados suponen la tercera mejor cifra anotadora en el periodo de tiempo en el que Sandoval ha dirigido al conjunto blanquiverde. La nota emocional está ahí, todos conocían de antemano al de Humanes. Pero a ella se unen unos números que colocan al Córdoba en la rampa de salida para obrar lo impensable hace unas semanas.