¿Quién dijo miedo? Eso deben de pensar los más de 250 cordobesistas que ya han confirmado una plaza en uno de los al menos cinco autobuses de la Caravana de valientes. Una expedición de aficionados que crece con cada compromiso que el Córdoba afronta lejos de su estadio, pese a la paliza que supone desplazarse a una ciudad, León, situada a unos 700 kilómetros.

Un viaje de más de ocho horas en la ida y otros ocho en la vuelta para recorrerse toda España en defensa de sus colores. Armados de ilusión, paciencia para aguantar la travesía y fe en certificar la remontada de su equipo, los valientes se harán ver en las gradas del estadio Reino de León, un campo que no recibirá con una sonrisa precisamente a la expedición blanquiverde.

El club blanquiverde no descarta que se sume un sexto autocar a la expedición

Y es que al corteo organizado por las peñas de la Cultural para acompañar al autocar de su equipo se suma un intenso ritmo de venta de entradas que tratará de que se cuelgue el ‘no hay billetes’ en sus taquillas. Con peñistas y aficionados motivados de cara a la final que supone para ambos equipos el partido de mañana, el ambiente será a buen seguro muy caliente en las gradas del Reino de León.

El Córdoba no estará solo, ya que el cordobesismo se ha vuelto a organizar para que cientos de sus seguidores le acompañen durante los 90 minutos que dura el partido. La cita es sin duda vital para las aspiraciones de ambas escuadras, que no son otras que la permanencia en Segunda División. Cultural Leonesa y Córdoba han firmado una segunda vuelta similar, de menos a más y recortando puntos con equipos como Almería o Barcelona B, lejos en la clasificación hace un par de meses.

Los locales aspiran aspiran a llenar su estadio y su afición ha respondido con mucha pasión

En los diez últimos partidos es cuando se deciden los objetivos ligueros. Mucho ha tenido que recortar el Córdoba desde que, en el debut de Sandoval en el banquillo, cayera ante el Granada. Con la salvación a 13 puntos más el golaveraje, el de Humanes ha imprimido coraje, fe y valentía a una plantilla que ha dado la vuelta a la situación. La minoría que creía en la remontada lo hacía con más ilusión que realidades palpables. Tiraba de corazón y no de cabeza y fue ese hálito de vida el que permitió que se llegase a la situación actual, con el Córdoba por encima del Barcelona B, empatado con el Almería y a un solo punto de su rival de mañana, la Cultural Leonesa. Los locales tratan de hacer de su campo un fortín pero esta táctica no es ajena en la ciudad califal. Es la tabla a la que se agarró hace tiempo un Córdoba que, sin embargo, no es cojo precisamente a domicilio. Con Sandoval se ganó en Alcorcón y Tarragona, y se empató en el siempre difícil El Sadar ante Osasuna. Mañana es otro de esos partidos catalogados como finales, de los que la afición aprieta para que le tiemblen las piernas al árbitro. Pero el Córdoba no viajará solo a León. Le acompañan al menos cinco autobuses cargados de valientes.