El presidente de honor del Córdoba, Rafael Campanero, defiende que «creo en Córdoba, creo en los cordobeses y creo que saldremos de esta como salimos de otras tantas difíciles» cuando se le plantea el futuro de la entidad blanquiverde. José Miguel Salinas, máximo dirigente durante dos temporadas, estima que «lo primero que deberíamos hacer es que el dueño del club hiciera el balance de la situación que se ha pasado y qué plan de futuro tiene. Eso es lo primero que deberíamos pedir», mientras que el que fuera su vicepresidente y también dirigiente en la primera temporada de Carlos González, Antonio Prieto, indica que «el primer problema que tiene el Córdoba es saber quién va a ser su dueño en Segunda B, quién va a hacer el proyecto en Segunda B, si León o González, y a partir de ahí continuarlo. La valoración del actual Córdoba baila entre la depresión por el descenso y la preocupación por la incógnita que representa el futuro más inmediato.

RAFAEL CAMPANERO / «Tendrá que darle un cambio completo; vamos a entregarnos a nuestro club»

Cuando se le plantea al presidente de honor del Córdoba si es posible realizar un proyecto ilusionante para que el conjunto blanquiverde regrese a Segunda por la vía rápida, Campanero avisa de que «primero habría que conocer los hechos completamente por dentro, cosa que no conocemos definitivamente, y entonces sí se puede hacer un juicio con mucho más valor que en estos momentos. Yo creo en Córdoba, creo en los cordobeses y creo que saldremos de esta, como salimos de otras tantas difíciles». Campanero pide que «tener fe, vamos a entregarnos completamente, ahora más que nunca, a nuestro club y vamos a tener fe en dirigentes nuevos que nos dirijan. Porque algo cambiará en cuanto a los futuros presidentes que lleven el club». Si no en cuanto a la misma propiedad, Campanero sí espera un cambio en la dirigencia de la entidad blanquiverde. «Yo creo que el hombre -en referencia a Jesús León- habrá demostrado su mejor interés posible, no le ha salido la cosa, y lógicamente tendrá que darle un cambio completo. Y ese cambio completo espero que sea a favor de nuestro Córdoba CF y esperar y entregarnos más que nunca al equipo en la Segunda División B. Tenemos que estar entregados y constantemente con ellos», solicita el presidente de honor del Córdoba.

JOSÉ MIGUEL SALINAS / «Es él quien tiene que decir si se considera con fuerzas de afrontar una nueva etapa»

El que fuera el último presidente de la etapa de Prasa en la entidad blanquiverde comienza haciendo el análisis de la campaña 2018/19. «Todos sabemos lo que significa caer a la Segunda División B. Es un pozo del que nunca se sabe cuándo se va a salir, porque de 80 equipos que hay suben cuatro. Con determinadas circunstancias de las eliminatorias finales es muy difícil salir de Segunda B. Eso lo tiene el Córdoba como experiencia. Esa tragedia que le ha ocurrido al club este año no es de mala suerte en el último partido», avisa el exdirigente, «es de una trayectoria de no salir de los puestos de descenso. La temporada no ha podido ser más desgraciada en todos los órdenes. Pero centrándonos en lo deportivo ha sido una temporada pésima, han pasado muchos entrenadores, cambios de la plantilla desde julio del año pasado a esta, hasta quedar casi irreconocible. En definitiva, se han dado las circunstancias propias de los clubs que están llamados al fracaso». Cuando se le pregunta por el futuro inmediato, Salinas explica que «lo primero que deberíamos hacer es que el dueño del club hiciera el balance de la situación que se ha pasado y qué plan de futuro tiene. Eso es lo primero que deberíamos pedir». ¿Un futuro con León? «Yo no creo que sea razonable entrar en consideraciones personales de tener o no capacidad», admite Salinas, que entiende que «él lo que tiene son las acciones del club y por tanto es el dueño, al menos hasta el 31 de julio, cuando tiene que hacer un desembolso muy importante para terminar de pagarlo. Pero como no es cuestión de opiniones ni de unas elecciones a presidente -es una sociedad que tiene un propietario-, es el propietario el que tiene que decir cuál es el futuro deportivo, económico e institucional del club, y si él se considera con fuerzas y con ganas de abordar esa nueva etapa. Una etapa muy complicada, difícil, que no parece que haya muchos medios ni muchas expectativas», avisa el expresidente de la entidad blanquiverde.

«Tenemos al anterior propietario campando por Córdoba en su estilo habitual», censura Salinas. «Por tanto, lo primero que creo que se merece la afición y la ciudad es que, entre los protagonistas, aclaren el futuro del Córdoba. Digan quién va a ser el dueño el año que viene, qué proyectos tiene, qué plan tiene. El balance hasta ahora ya sabemos cuál es, un verdadero disparate», asevera el expresidente del Córdoba. «Ya ha pasado el descenso y lo que queda es la responsabilidad del futuro, y eso tienen que abordarlo los que tienen competencia para ello, y es lo que debemos exigirles, que expliquen lo que quieren hacer. Lo que ya han hecho lo tenemos más que comprobado, colistas y un verdadero ridículo. Lo que procede es que quien tenga un sentido de la responsabilidad diga cuál es el futuro que prevé para el Córdoba», reclama el expresidente del club.

ANTONIO PRIETO / «Empezó mal por el conflicto con los que lograron el milagro»

Para el exvicepresidente del Córdoba, lo ocurrido en esta campaña «es la crónica de una muerte anunciada», debido a que el proyecto «empezó mal desde el principio, con un conflicto institucional entre el presidente y la persona o personas que el año pasado habían conseguido el milagro, que eran el entorno de Oliver. Oliver plantea un entrenador, León plantea otro, y empezamos con Francisco, que está un tiempo y se va. El director deportivo que estuvo firmado y que no llegó, luego llegó otro cordobés como Berges, a última hora. A partir de ahí, las cosas a nivel deportivo no se podían hacer peor y las consecuencias han sido casi coherentes con esos inicios. Y luego, desde el punto de vista económico, ha sido el remate. Con ese tipo de circunstancias y de gestión económica y deportiva era imposible que las cosas saliesen bien. La consecuencia del descenso se la ha ganado el presidente, el consejo y todo el equipo de dirección del Córdoba», argumenta Prieto, que entiende que «el problema que tiene el Córdoba es el de hacer un proyecto corporativo serio y coherente. En este momento no sabemos quién va a liderar corporativamente este proyecto. El propietario actual tiene que pagarle al propietario anterior una cantidad muy importante, que ellos sabrán cuanto es. Con las dificultades que está teniendo este propietario para la gestión ordinaria no sé cómo va a afrontar ese pago. Por tanto, el primer problema que tiene el Córdoba es saber quién va a ser su dueño en Segunda B, quién va a hacer el proyecto en Segunda B, si León o González, y a partir de ahí continuarlo. Yo soy tremendamente pesimista», asegura Prieto, ya que a su juicio «la temporada que viene se debería haber planificado desde el mes de enero, sabiendo lo que podía pasar. Pero ahora mismo estamos oyendo que el anterior propietario se puede plantear la intervención judicial por incumplimiento del contrato, que el actual propietario denuncia al anterior por administración desleal... En ese patio es muy complicado hacer un proyecto», entiende el exvicepresidente de la entidad blanquiverde. «Lo primero que tiene que hacer la propiedad es poner las cartas sobre la mesa, que va a continuar con el proyecto la próxima temporada, que tiene capacidad económica tanto para atender las necesidades financieras de la sociedad como para pagarle al anterior propietario lo que le debe, y luego que ponga encima de la mesa una propuesta deportiva consecuente con la Segunda División B».