La renovación de Pawel Kieszek hasta el 2020 supuso, por un lado, la satisfacción para gran parte de la afición, que ve en el polaco a un baluarte en la portería y a uno de los responsables de las salvaciones de las dos últimas temporadas. Aunque por otro lado evidenció que un portero como él ha encajado más de 100 goles en las dos últimas campañas.

Evidentemente, el Córdoba ha tenido un grave problema desde el descenso de Primera en la primera línea. En la temporada 2015/16 fue el sexto equipo más goleado en liga regular, en la 2016/17 fue el cuarto y la pasada temporada la cerró como el tercer equipo más goleado de la categoría. 52 goles en la primera de esas temporadas, otros 52 en la segunda y nada menos que 65 en la liga que acaba de terminar. Una media de más de 56 goles por temporada, lo que obliga no sólo a un esfuerzo goleador importante, sino a una estabilidad clasificatoria y hasta de juego.

En este caso, el Córdoba actual parte con una ventaja importante con respecto a otros años: la llegada, el pasado mes de enero, de tres centrales que han demostrado nivel y que han de ser la base para la defensa cordobesista la próxima campaña. A pesar de contar con Aythami, Álex Quintanilla y Jesús Valentín, en el Córdoba miran de reojo la incorporación de un cuarto central. No corre especial prisa, pero están atentos a lo que ofrece el mercado y uno de los nombres que gustan como cuarto central es un cordobés y cordobesista, Bernardo Cruz, al que le queda aún una temporada en el Lugo. En cualquier caso, ese cuarto central no es tan prioritario como los laterales. El Córdoba pretende la salida de Loureiro vía cesión e incorporar a un lateral que pelee por el puesto con José Manuel Fernández, aunque con el cordobés hay contactos, básicamente, por el nivel de su ficha. En la izquierda, la oficialidad a la cesión de Josema al Souchaux deja la plantilla sin lateral izquierdo, ya que a Javi Galán se le contempla como hombre polivalente para ambos puestos en la izquierda o como carrilero.

Una línea, la defensiva, que ha sido el origen de todos los males del Córdoba en las tres últimas temporadas, por lo que ha de resolver definitivamente esa asignatura pendiente. Todo un reto.