Toda historia tiene un final que puede ser alegre o triste. El culebrón Deivid llegó en la tarde de ayer a su conclusión y tuvo el peor desenlace posible para los intereses de la parroquia cordobesista. El central canario jugará en el Real Valladolid las próximas dos temporadas.

A pesar de esta solución final, este culebrón puede tener nuevos capítulos en los próximos días. En primer lugar, Córdoba y Valladolid apuntaron «un acuerdo formal» entre ambas entidades, aunque el entorno del jugador señaló que Deivid y el Córdoba «han rescindido la vinculación» entre las dos partes --al canario le restaba un año de contrato-- y ha firmado «libre» por el club blanquivioleta hasta el 2019.

El propio Córdoba apuntó el pasado domingo a este periódico que «no se ha firmado nada» y aunque aceptó que «había una negociación entre ambas partes», la entidad consideró necesaria «una conversación en los próximos días» con el Valladolid. Esos días han pasado y el propio jugador publicó una carta en la que apuntó que su perfil «no encajaba en el nuevo proyecto deportivo» y «así me lo hizo saber el club el pasado jueves», a pesar de ser un nexo de unión entre la propiedad y la afición.

Deivid ha militado tres temporadas en el Córdoba desde su llegada en la 14/15 en Primera División. En la pasada campaña disputó un total de 17 partidos dado que estuvo seis meses apartado de la competición debido a su intervención quirúrgica. Con esta salida, uno de los pesos pesados del equipo abandona la disciplina cordobesista. La situación que ha vivido Deivid en los últimos días es similar a otros dos referentes en el vestuario como son Luso y Carlos Caballero.

INCERTIDUMBRE DE SALIDA

Con la rescisión de Deivid, el técnico Luis Carrión cuenta con un total de 27 fichas a 24 horas del inicio de la pretemporada. Con gran parte de las incorporaciones ya realizadas, la operación salida se está congestionando en las oficinas de El Arcángel. A esa tarea de descongestionar la plantilla se suma una incertidumbre plena en la que se desconoce la solución para aquellos jugadores con un futuro incierto en el club. Uno de ellos es Luso.

Arriba: Luso Delgado (i) y Carlos Caballero (d). Abajo: Bijimine (i) y Abel Moreno (d).

El pasado viernes se apuntó que podría incorporarse al Gimnástic de Tarragona, aunque en la entidad tarraconense apuntaron que «hay varias opciones anteriores» al futbolista maño. Además, su entorno quiso recordar ayer que Luso «tiene aún un año de contrato con el Córdoba CF más otro en función de los partidos» que dispute durante la próxima temporada.

Las mismas dudas siembra la continuidad de Carlos Caballero. A pesar de que su contrato finaliza la próxima campaña, varias lesiones impidieron que tuviera una cierta continuidad en los planes de Carrión. Su entorno no se pronunció al respecto.

Deivid deja un hueco en la zona de centrales. Bijimine podría ser el siguiente jugador de esa posición en abandonar la disciplina cordobesista, aunque su círculo se reunirá la próxima semana con el club para determinar el futuro del franco-congoleño.

Por último, más despejada parece la situación de Abel Moreno, cuyo entorno apunta que «no tiene ningún vínculo» con el Córdoba CF y además, «se están estudiando otras ofertas».