Rafa Navarro se lo toma con filosofía. El que fuera entrenador del Córdoba CF Córdoba CFla pasada temporada cumple el confinamiento por el coronavirus coronavirus«a rajatabla». Padre de dos niñas de diez y siete años, una de las grandes zurdas blanquiverdes en la historia del club vivía estos últimos meses, al igual que en otras épocas del pasado, subido a la bicicleta. «Sí, con amigos en muchas ocasiones, es una de las cosas a las que, al igual que millones de españoles, he tenido que renunciar», comenta con resignación. El ex del Córdoba CF no abandonó esa pasión ni cuando estuvo activo en los banquillos, recientemente en el blanquiverde y antes en el Espeleño, en donde tuvo una destacada actuación que le llevó de regreso a la casa blanquiverde.

El día a día lo lleva con cierto orden, dentro de la singularidad que tiene la actualidad, marcada por el confinamiento obligado en los hogares y, en este caso, con hijos en unas edades que requieren mucha actividad. «Las nenas tienen las tareas por la mañana, con sus ordenadores y eso, aunque van llevándolo todo más o menos bien, porque no es fácil a esas edades», comenta el exblanquiverde, que al tener a su esposa algo delicada de salud es el que tiene que asumir la compra semanal. «Sí, en eso sí que estoy siendo bastante disciplinado. Dijeron que había que intentar salir lo menos posible a la calle y he salido apenas una vez por semana, para hacer la compra y poco más, así que en eso nos estamos portando bien», comenta Navarro con una sonrisa y tras hablar también sobre la actualidad, con especial apartado a la policía y a los sanitarios de Reina Sofía, por los que siente «admiración».

¿Y renunciar a tantas mañanas por la sierra con la bici y con los compañeros de fatigas? «Pues no hay más remedio, ya habrá tiempo. La Sierra de Córdoba no se la va a llevar nadie de ahí», comenta con cierta sorna, aunque reconoce que «se echa de menos el compartir con los amigos tantos buenos ratos, mañanas enteras, prácticamente, con la bicicleta». Pero no ha renunciado por completo a ella, tras adaptarse a la nueva situación, bajo el techo de casa. «Tengo una bicicleta estática aquí y en estas semanas no veas, me he hecho por lo menos tres Tours sin salir del salón», dice entre risas.

A pesar de los malos tragos que le dio el fútbol en los últimos tiempos, a Rafa Navarro no le ha abandonado su pasión por el fútbol. «Sí, también da tiempo a ver algún partido grabado, alguna película, leer un poco… Hay que ocupar todo el día y, claro, el fútbol sigue ahí, aunque también las nenas ocupan su tiempo, no creas», comenta, tras asegurar después que «claro» que volverá a entrenar, pero «la pinta es que esta temporada, desde luego que no», remata con cierta guasa.

La gran etapa de Rafa Navarro como jugador del Córdoba CF llegó, primero, con el mítico ascenso a Segunda División en Cartagena, en junio de 1999, y con esas primeras temporadas en la categoría de plata del fútbol español, en donde fue uno de los destacados del conjunto blanquiverde. Eso le llevó a que otros clubs como el Sporting -en el que finalmente recaló- se fijaran en él. Nombre ligado para siempre a grandes momentos de la historia cordobesista, Rafa Navarro tiene como objetivo para la próxima temporada regresar a los banquillos, aunque antes debe superarse la actual crisis.

Por eso, el fútbol pasa momentáneamente a segundo plano. «La salud es lo importante, lo sé bien, por eso todo esto hay que tomárselo en serio, no es una tontería, mira las víctimas que hay no solo aquí, sino en todo el mundo. Eso nos debe hacer reflexionar sobre la importancia y la magnitud que tiene esto», avisa un Rafa Navarro que termina la conexión telefónica con cierta prisa: «Tengo que hacer otra etapa».