Habrá salidas en el vestuario y estas se confía en que lleguen durante los próximos diez días, pero la primera ha resultado inesperada: el Córdoba rescinde unilateralmente el vínculo contractual que tenía con Cordobesa de Terapias Avanzadas, SL o, lo que es lo mismo, el doctor Javier Bejarano, tras más de 12 años en la entidad blanquiverde ya no es el médico del club.

Tal y como adelantó diariocordoba.com, el Córdoba envió al doctor Bejarano un escrito en el que le informaba de que el motivo de la resolución contractual se justificaba en el «incumplimiento reiterado de las obligaciones asumidas» en dicho contrato y se centraba, principalmente, en los trabajos que debe desempeñar en propio doctor Bejarano en el club blanquiverde. El Córdoba alega que dichos incumplimientos «han supuesto la pérdida de confianza Cordobesa de Terapias Avanzadas, SL y en usted», pasando posteriormente a una relación de hechos en los que, según el club, se basa dicha rescisión y pérdida de confianza.

«Falta reiterada de asistencia a los entrenamientos, falta de asistencia a los viajes y partidos del primer equipo, falta o retraso en la atención médica a futbolistas de la primera plantilla, del filial o del equipo femenino, con el evidente perjuicio ocasionado al club», son algunos de los motivos alegados por el Córdoba en la comunicación realizada al doctor Bejarano, ayer.

Además, el Córdoba le recuerda en la misiva que dichos incumplimientos, de «carácter grave, se han venido produciendo desde hace tiempo, como ya le habíamos advertido en reiteradas ocasiones», lo que para la entidad blanquiverde justifica sobradamente la resolución contractual. La lista de dichos incumplimientos es amplia, según reconocieron a fuentes del Córdoba, aunque también se abstuvieron de ampliar las confirmadas a este periódico.

Lógicamente, el doctor Bejarano recurrirá a los tribunales, ya que el contrato que tenía actualmente en el Córdoba data del 2014 y lo firmó entonces con Carlos González, por espacio de diez temporadas y a razón de unos 270.000 euros anuales que, en Primera se marchaban a casi 340.000 euros. Con la llegada de Jesús León, en enero del 2018, el doctor Bejarano redujo el importe de esos 270.000 euros a unos 240.000, aunque ya en la etapa de González hubo no pocas voces que pidieron su salida de la entidad blanquiverde. A las críticas por algunas actuaciones con determinados jugadores se le unieron, años después, su particular relación con el ya exmáximo accionista, Carlos González.

Javier Bejarano llegó al Córdoba en el verano del 2006, bajo la presidencia de Rafael Campanero y con el conjunto blanquiverde afrontando su segunda temporada consecutiva en Segunda División B y ya al final de aquella temporada se granjeó críticas por la gestión de la lesión de Javi Flores, entonces una gran promesa, que no pudo debutar en Segunda hasta marzo del 2008.