El Córdoba está a 90 minutos de hacer historia. Se hace complicado creer que el conjunto blanquiverde haya llegado a la final que se disputa esta noche en El Arcángel (20.30 horas) ante el Sporting de Gijón después de repasar los últimos 10 meses en clave cordobesista y, además, que lo haga con total predisposición a salvar la categoría.

Una temporada que empezó con un club sumido en el naufragio más absoluto, que se tradujo en el césped, con un equipo blando, quebradizo y con pocas posibilidades no ya de ilusionar, sino tan siquiera de poder pelear la permanencia. Hubo cambio de propiedad, cambio de dirigentes deportivos en el club y modificación de la plantilla. No de la manera tan profunda que se pretendía porque no hubo tiempo material para ello, pero sí lo suficiente como para que se notara sobre el campo. La única duda fue la distancia a la salvación que tuvo el equipo de Sandoval, 13 puntos más el golaveraje, pero el conjunto blanquiverde se ha hecho acreedor a ser dueño de su destino por primera vez en la temporada. Y justo en la última jornada de Liga.

La victoria deja a los de Sandoval en Segunda de manera matemática aunque el visitante, el Sporting de Gijón, necesita al menos un punto para garantizarse el tercer puesto de la clasificación. Ese hipotético empate también podría valerle a los locales, pero ya tendrían que combinar el resultado con los del Almería, la Cultural, el Albacete, el Nástic o el Alcorcón. Lo que está claro es que el duelo de esta noche en El Arcángel es el partido, en mayúsculas, para el Córdoba, y el último duelo antes de las eliminatorias de ascenso (miércoles y jueves próximos) para el Sporting. Y eso ha de notarse sobre el césped del estadio municipal. De hecho, el técnico rojiblanco, Rubén Baraja, se ha dejado en Gijón a algún jugador importante que andaba con molestias esta semana, precisamente pensando en los play-off de ascenso. Eso sí, la mayoría de los hombres fuertes de la plantilla estarán sobre el césped de El Arcángel y serán titulares.

Sandoval tiene a todos los jugadores disponibles, pero el elemento más importante en su convocatoria será El Arcángel. El coliseo ribereño transmitirá sensación de lleno, como mínimo, después de una semana de trabajo por parte del club intentando liberar los asientos de abonados que no suelen acudir al estadio. La aspiración es sobrepasar, y no en poco, los 20.000 espectadores, que serán vitales en el resultado final del encuentro. Un ambiente que se parezca o supere el vivido ante el Almería ayudará mucho a los de Sandoval y garantizaría, como mínimo, un punto que daría bastantes opciones de salvación y acercaría al triunfo, que es el resultado que garantiza matemáticamente que el Córdoba siga en el fútbol profesional una temporada más.

En lo que al equipo se refiere, Sandoval parece decidido a que Álvaro Aguado regrese al once titular después de no disfrutar ni tan siquiera de un minuto en el fundamental triunfo logrado en Reus hace una semana. Lo más probable es que el de Humanes alinee el mismo once que se impuso hace dos semanas al Almería, con Kieszek en la portería, Quintanilla, Aythami y Jesús Valentín en la defensa, Fernández y Javi Galán como carrileros, Edu Ramos y Álvaro Aguado en el doble pivote, con José Antonio Reyes y Sergio Aguza como interiores y Sergi Guardiola en la avanzadilla de ataque.

Por su parte, Rubén Baraja deberá buscar el relevo de Sergio Álvarez en el centro de la defensa, hueco que cubrirá probablemente con Álex López, mientras que insistirá con Lora en el lateral derecho. Posiblemente, la nota más destacada y lo que debe preocupar más a Sandoval y a su equipo es que contará con Michael Santos, ya que Borja Viguera también se quedó en Asturias por molestias.

En cualquier caso, el Córdoba ha de fijarse en sí mismo y en los 20.000 que tendrá en la grada. Una fórmula que le ha dado no sólo buenos resultados, sino la posibilidad de remontar aquellos 13 puntos más el golaveraje, hasta salir del descenso, la pasada semana, después de la victoria en Reus. Hoy tiene en su mano hacer lo que nadie hizo antes: una salvación histórica. Para el partido de hoy luchó estos meses.