Queda menos de una semana para que el Córdoba sume su tercera nómina consecutiva sin abonar a sus trabajadores y, lógicamente, también a sus empleados deportivos. El Viernes de Dolores, el presidente y máximo accionista de la entidad blanquiverde, Jesús León, reunió a la plantilla no deportiva del club para disculparse por los dos meses de atrasos que entonces se acumulaban y asegurarles que el lunes o, como muy tarde, el miércoles santo se abonarían las cantidades pendientes. León afirmó significativamente que el dinero estaría ese día o «atracaba un banco». El tiempo ha pasado y los bancos no han abierto, ya que hoy se cumple una semana de esa fecha límite fijada por el propio mandatario a sus trabajadores. El periplo con los pagarés pareció terminar en Sevilla, ciudad a la que llegó desde Barcelona, el penúltimo intento de la entidad blanquiverde para cobrar los pagarés por medio de su director general, Alfredo García Amado. En la capital hispalense pareció detenerse el viaje, pero la verdad es que el dinero sigue sin aparecer y la situación de algunos empleados es límite.

Si en lo económico la situación es algo más que tensa, en lo social y deportivo no es mucho mejor. Principalmente, porque la respuesta y la actitud mostrada desde el club es la del silencio. Tras la goleada encajada ante el Lugo en El Arcángel que supuso el adiós definitivo a la categoría, el propio club negó que el presidente fuera a comparecer en los siguientes días para trazar un plan de trabajo en la nueva estructura que habría que organizar en Segunda División B, aunque sí se dejó vislumbrar que era posible que en la actual semana compareciera.

Además, las directrices dentro de la entidad blanquiverde brillan por su ausencia, porque más allá de la estructura en el club y de la organización para el primer equipo también habrá que ajustar costes en otros aspectos, como son el filial de Tercera División, el juvenil de División de Honor o incluso el equipo femenino. Porque antes de pensar en la construcción del equipo que ha de regresar a la categoría de plata lo más pronto posible habrá que reorganizar tanto los departamentos como los diferentes equipos del fútbol base, alguno de ellos con sobrecostes notables fruto de contratos firmados hace tiempo, difícilmente asumibles en el fútbol profesional e imposibles de darles continuidad con el primer equipo en Segunda División B.

En cualquier caso, todo hace indicar que esa calma chicha existente en la entidad blanquiverde es la que precede a la tormenta. En todos los sentidos. Pero mientras tanto el club dispone de un tiempo más que de sobra para reorganizar todos los departamentos y equipos, algo que hoy por hoy aún no se ha planteado en el seno de El Arcángel.

Mientras tanto, el consejo de administración en pleno junto a algunos trabajadores del club asistieron ayer al pregón del Mayo Festivo en Córdoba, en la Sala Orive, a cargo de la consejera y asesora legal del club, Magdalena Entrenas.