El Córdoba hizo valer ayer su superioridad táctica y técnica ante el All Star de Kenia, un combinado de jugadores de este país africano que demostraron una gran capacidad física pero pocas dotes de colocación y de entendimiento de las reglas del fútbol.

El equipo blanquiverde, o mejor dicho rosa, puesto que jugó con la segunda indumentaria, que es de este color, fue de menos a más. En la primera parte le costó. Los jugadores trataban de poner en práctica las premisas de Carrión tocando en corto, saliendo desde atrás con el balón jugado y dominando la posesión. Pero los keniatas estaban aún frescos y presionaban muy arriba, y el equipo adolecía de horizontalidad y excesivo toque.

UN ONCE PLAGADO DE CANTERANOS

También se notó el hecho de que muchos de los titulares (Marc Vito, Víctor Mena, Soler, Esteve y Sebas Moyano) jugaron la pasada temporada en el filial, e incluso algunos siguen sin ficha del primer equipo. Un par de veces Soler erró en un pase con todo el equipo saliendo, pero los africanos la perdían tan rápido como robaban. Con otros delanteros de más nivel la cosa habría sido distinta.

Tras el minuto 15 el Córdoba se hizo ya dueño del choque y comenzaron a llegar las primeras ocasiones, todas iniciadas desde la izquierda con Víctor Mena subiendo constantemente y doblando a un Sebas Moyano incisivo en este carril. Y así llegó el primer gol. Álex Vallejo, que llevó la manija de la creación del juego cordobesista durante los primeros 45 minutos, abrió para Sebas Moyano. El de Villanueva del Duque vio como Mena le doblaba y le puso un pase interior preciso para que el lateral tuviera todo el tiempo del mundo para pensar su centro. Y lo hizo genial, poniendo la bola directamente en la testa de un Jona que remató de forma certera. El balón tocó en el palo derecho de Kigonya, que hizo la estatua, antes de besar las mallas. El hondureño abría así la lata en el minuto 20.

Pronto respondió el combinado keniata, al que espoleó el tanto blanquiverde y se lanzó en tromba a por la igualada. Tres minutos después tuvieron los africanos su mejor ocasión del partido. Su delantero y mejor futbolista, Oburu, se dio la vuelta en el borde del área del Córdoba, y casi sin hueco sacó un buen disparo que casi sorprendió a Marc Vito. El meta catalán consiguió sacar la manopla para desviar a córner la última ocasión clara de los africanos. Poco más de relevancia sucedió antes del descanso.

GRAN SEGUNDA PARTE

Tras el refrigerio el Córdoba fue a más. Los cambios que introdujo Carrión en la segunda mitad fueron determinantes para decantar de forma decisiva la balanza del lado cordobesista. El barcelonés fue sacando a los teóricos titulares y se notó. Con Edu Ramos, Javi Lara y Aguza el equipo carbura mucho mejor, hace transiciones más rápidas y cambios de orientación precisos. Los tres son la columna vertebral que aguanta de la pasada temporada, tras el aluvión de fichajes y salidas. Alfaro y Fernández elevaron el nivel de la banda derecha (desaparecida con Jaime Romero y Loureiro en el primer tiempo), y Javi Galán fue un auténtico tormento para la defensa keniata por la izquierda. De la diestra partió el segundo tanto blanquiverde. Balón que cuelga Alfaro y un defensor keniata se lía en el área pequeña y se la deja muerta a Sergi Guardiola para que empale ante un portero que no pudo hacer nada.

A partir del tanto del ex del Murcia los africanos se cayeron completamente. Físicamente dijeron basta y todas sus carencias técnicas y tácticas se hicieron mucho más patentes. Los huecos que dejaban en la primera parte y tapaban con su fuerza física ahora se hacían enormes y por ahí se colaba con especial insistencia Javi Galán. El extremeño está a un nivel increíble y si empieza así la temporada dará mucho que hablar. Entró por dentro y por fuera y provocó dos penaltis que transformaron Quiles y Alfaro para sentenciar el choque. Aguza lo intentó desde lejos y Javi Lara a balón parado pero el marcador ya no se movió más.

Del resultado no pueden extraerse conclusiones precipitadas dado el nivel del rival, pero sí algunas claves interesantes. En primer lugar la compenetración del trivote Lara-Aguza-Ramos. En segundo término, la idea de Carrión de jugar un fútbol ofensivo, alegre, de posesión, toque y búsqueda de las bandas. Y finalmente, el hecho de que los tres nuevos delanteros mojaran, lo que repercutirá a buen seguro en su moral.

Hoy, vuelta a los entrenamientos a las 09.00 horas para preparar el siguiente amistoso, mañana a las 21.00 horas en Écija. La pretemporada ya no para y el cordobesismo vuelve a conectar con un Córdoba que comienza gustándose.