La batalla real en el Córdoba, que no es otra que la legal, comienza de verdad ahora. Lo cierto es que se inició hace más de un mes, cuando la entidad blanquiverde cerró una denuncia penal contra Carlos González y su hijo, Alejandro González, por administración desleal, documento al que ha tenido acceso este periódico y que, según fuentes de la entidad blanquiverde, va a ser ampliado progresivamente. En este primer planteamiento, el Córdoba presentó hace más de un mes una denuncia penal contra el exmáximo accionista y su hijo en la que señala un ilícito penal en la contratación del que fuera director de marketing del Córdoba CF, despedido por el club el pasado 20 de febrero (por la «delicada» situación económica en el club y tras amortizar dicho puesto de trabajo) y comunicado específicamente a González y su hijo mediante un burofax. Dicha comunicación tenía su base en las irregularidades, desde el punto de vista de la entidad blanquiverde, que presentaba la contratación de dicho trabajador.

La demanda especifica que el director de marketing trabajó en el club desde finales del 2010 hasta agosto del 2013. En ese momento, el trabajador cesó su actividad laboral en El Arcángel y fue enviado a México, a trabajar en una de las empresas de la familia González, Ecco México SA de CV, y que posteriormente fue contratado, desde el 6 de agosto del 2015, por el Córdoba CF. En la demanda, se explica que en el momento en el que se calcula el finiquito del director de marketing, que importaba 8.619 euros, éste muestra su disconformidad y el club toma conocimiento de que en su contrato existe una cláusula adicional, de noviembre del 2015, suscrita por Alejandro González en calidad de apoderado del Córdoba, por el que el club debía abonarle al trabajador 75.000 euros «en caso de despido de toda clase o extinción del contrato de trabajo por cualquier causa».

En la denuncia penal se argumenta que «Alejandro González pactó en dicho contrato asumir la antigüedad del trabajador generada en Ecco México en el Córdoba CF» y también se especifica que el trabajador «desistiría de la reclamación que entonces tramitaba contra Ecco México SA de CV, renunciando a cualquier reclamación contra cualquier empresa del Grupo Ecco o de la que Carlos González fuera accionista mayoritario». Además, en la firma de aquel documento el trabajador percibió otros 8.500 euros, en una operación en la que el club entiende que hubo «un mecanismo defraudatorio diseñado por el señor González Muñoz y el señor González González en perjuicio del Córdoba CF, del que en ese momento eran apoderado y presidente». Prosigue la demanda explicando que Alejandro González «utilizó sus facultades de administrador del Córdoba para que la entidad asumiera la deuda que reclamaba a Ecco México SA de CV» el trabajador «aprovechando su situación de prevalencia, tanto en las sociedades del grupo Ecco como en el propio Córdoba CF».

La demanda abunda en que Alejandro González «obligó al Córdoba CF en 2015 a indemnizar a un trabajador de otra mercantil, de la que participaba el propio denunciado y su familia. Liberaba así al grupo principal de empresas de su familia de la deuda y obligaciones contraídas» con dicho empleado «y a un tiempo vinculaba sine die al Córdoba CF, con independencia de quién fuera el presidente o accionista mayoritario, a indemnizar en nada menos que 75.000 euros como mínimo» al que fuera director de marketing, una indemnización que el club entiende «correspondía a Ecco México SA de CV, sociedad demandada y verdadera y única deudora de la deuda».

CLÁUSULA DE CONFIDENCIALIDAD

Obviamente, en la demanda se especifica que la reclamación del trabajador a Ecco México SA de CV se retira previamente al contrato con el Córdoba, exactamente en agosto del 2015, solo tres meses antes de la firma del contrato con el Córdoba y de la inclusión de esa cláusula de blindaje al trabajador.

Finalmente, el Córdoba remarca que «el hecho, no por burdo menos desleal, pretendió ocultarse mediante la inclusión de una cláusula de confidencialidad», que «revela la causación de un grave perjuicio económico al patrimonio del Córdoba CF».