Durante la temporada 19-20 que acaba de finalizar ha habido posiciones en el Córdoba CF que no han funcionado. La evidencia se ha hecho mayor en el juego por dentro del equipo, posiblemente con la salvedad de Javi Flores. Pero encuentro tras encuentro se hizo patente que tanto en la posición del mediocentro defensivo como en el acompañante por dentro del de Fátima, así como en otras ocasiones el compañero que actuaba por delante de la medular y tras el punta de referencia, a este Córdoba CF le faltaba bastante para ofrecer una imagen y un juego con empaque y garantías.

A pesar de tanta incorporación en el centro de la zaga durante el pasado verano, y de la teórica polivalencia de algunos de sus componentes, el hombre que más ejerció la labor de mediocentro defensivo fue Imanol García, que no estará la próxima campaña. Luis Garrido duró 45 minutos de competición, a Fidel se le requería en el centro de la defensa y Xavi Molina o, en su defecto, Chus Herrero no ofrecieron un rendimiento óptimo.

Cuando el equipo jugaba con tres centrocampistas la cosa no pintaba mejor. El acompañante de Javi Flores nunca ofreció la consistencia del capitán, fuera José Antonio González, que terminó por hacerse asiduo en el banquillo, o De las Cuevas, al que en El Arcángel desde siempre se le ha visto más como jugador de banda.

Por lo tanto, para este verano, la cúpula deportiva del Córdoba CF, encabezada por Miguel Valenzuela, tendrá que construir una nueva columna vertebral. La portería no se tocará y en la delantera están Federico Piovaccari y Willy Ledesema, a los que se añadirá probablemente un tercer elemento, preferiblemente con posibilidad de jugar también pegado al costado.

Pero el resto de posiciones por dentro del equipo, salvo la de Javi Flores, habrá que renovarlas, empezando por una fundamental: la de mediocentro defensivo. Inicialmente, se pretende cubrir con dos hombres, algo complicado ya que si también se pretende incorporar a dos centrales (uno de ellos, sub-23), la llegada de dos pivotes dejaría muy en el aire el papel de Xavi Molina. Pero lo que sí se valora en la planta noble de El Arcángel es que, al menos, llegue un futbolista también sub-23 para la posición de mediocentro defensivo. Avanzado el mercado y las negociaciones -tanto externas como internas- se podría añadir otro jugador más para dicho puesto.

No sería el único o los únicos en llegar, ya que también se valora la posibilidad de un interior, ni tan físico como el mediocentro defensivo ni con el nivel de calidad del de Fátima, pero sí que combine ambas características. Para el último puesto en el centro del campo, por dentro, estaría Jordi Tur en caso de que el mercado no ofrezca nada mejor, sobre todo teniendo en cuenta su edad.

Vistos los primeros planteamientos de Valenzuela y Juanito, todo hace indicar en que las negociaciones, tanto fuera del club como dentro, serán largas y con muchas opciones abiertas durante el verano.