La involución del Córdoba CF sigue su curso y si no ha tocado fondo, desde luego que transmite que está cerca de hacerlo. Si hasta primeros de diciembre este equipo dejó claro que iba creciendo -sí, con pasos pequeños, pero evidentes- desde que las fechas navideñas se acercaron, el conjunto blanquiverde ha ido perdiendo fuelle. Dio el primer aviso con aquella derrota en El Arcángel ante el Marbella, pero quizá la cercanía del parón navideño, los cambios en la entidad, la solución de los pagos o lo que fuera hizo pensar -ahora se ve que equivocadamente- que era un copo de nieve, una gota caída del cielo que no suponía lluvia. Transcurrido el mes de enero por completo, la nieve llega a la altura del pecho, los sabañones empiezan a aflorar en las orejas y la certeza generalizada es que a este equipo, como ya se adivinaba hace cuatro semanas, le hace falta algo más que nombres, algo más que fichajes, muchos más cambios.

En el césped es evidente. Raúl Agné comenzó por darle la titularidad a Raúl Cámara en el lateral derecho y, sin embargo, decidió darle el lateral izquierdo a José Antonio González en detrimento de Jesús Álvaro. El pontano rememoraría aquellos tiempos en el filial blanquiverde en los que jugó de todo menos de delantero centro, porque llegó a hacerlo incluso de portero de urgencia en el tramo final de un partido. Introdujo a Xavi Molina como medio de contención, de lo que se deduce que Luis Garrido no parece tan «bicho» como lo era hace apenas tres semanas. Tampoco Thierry Moutinho tenía sitio en la titularidad a pesar de la bajada de calidad por la ausencia de Javi Flores, por lo que Valverde a la derecha y Willy en punta sí que estaban en el equipo de inicio, así como Zelu -que saldrá con la llegada de Piovaccari- y Miguel de las Cuevas.

Enfrente, un equipo que sabe a lo que juega y, además, que lo hace con convicción. El Real Murcia se ha quitado presión desde el inicio de Liga debido a sus problemas económicos e institucionales y solo mira a la salvación... por ahora. A Adrián Hernández y a todo el club grana no se le saca otro discurso, aunque tienen más cerca en la tabla al Badajoz que al Talavera, por lo que habrá que estar atentos a lo que haga este Murcia en la segunda vuelta.

El Córdoba CF no sorprendió a nadie y salió de inicio como en el último mes. Apagado, gris, sin ideas y lo más preocupante, con una reiterada incapacidad para ganar los balones divididos. En cualquier categoría es una máxima, pero en la de bronce, la lucha por los balones sin dueños se antoja vital. Y este equipo no ha destacado, en las 22 jornadas que se han disputado, por imponerse a un adversario en esa faceta.

Otro drama para este Córdoba CF se señala en la transición defensa-ataque. Si está el de Fátima, la disimula -que no arregla-, pero sin él... En el Enrique Roca no paró de realizar salvas anunciando el Bando de la Huerta con tres meses de antelación. Demasiadas andanadas sin sentido, aunque hubo un par de ellas que Willy logró bajar para dar a su equipo la opción de una segunda jugada. Ni eso se aprovechó.

La primera parte fue un sinsentido: el error de Djetei (min. 4) que a punto estuvo de costar un gol, las llegadas del rival por bandas -sobre todo por la derecha cordobesista- y la inferioridad manifiesta del centro del campo. El Murcia cometió el mismo error que el Córdoba CF en el minuto 4 (en esta ocasión, Edu Luna), pero Valverde se topó con Marcellán, el segundo mejor de los suyos, tras Víctor Curto, que anotó el gol del triunfo en el minuto 32. No hubo manera de sacar el balón del área. La volea del catalán fue rechazada por Isaac Becerra. Voló el balón en dos ocasiones más hasta que Curto alojó el esférico en las redes.

Salvo un taconazo de Willy, a escasos metros de la portería grana, que desbarató Marcellán, el Córdoba CF no reaccionó y se fue a la ducha.

Tras el descanso entró Moutinho, que intentó poner algo de criterio, aunque no desde su posición. En el minuto 55 pudo igualar el equipo de Agné, pero se topó, de nuevo, con Matellán. Prácticamente, ahí se acabó el Córdoba CF, si alguna vez existió. Ese intento de revulsivo en el paso por las duchas que sí tuvo efectos en anteriores citas en esta ocasión no sirvió para nada.

De hecho, el Real Murcia pudo anotar el segundo en varias ocasiones, sobre todo en los últimos 25 minutos, a cargo de Armando, tanto en el minuto 66 como en el 83, y otra de Marcos Legaz, completamente solo tras un contragolpe cuando apenas faltaba un minuto para el final del encuentro.

El gran mérito para los granas es que se jugó el encuentro que ellos quisieron, lo cual deja al Córdoba CF en no muy buena situación. Y todo ello va más allá de ausencias, porque el juego en sí no existe, pero el planteamiento defensivo de este Córdoba CF preocupa aún más que la ausencia de fútbol. Así, lo apuntado a lo largo del mes de noviembre, principalmente, inició una involución en diciembre que parece que puede, incluso, profundizarse. Este Córdoba CF se desinfla y transmite que la solución no es nada fácil.

Real Murcia: Tanis, Álvaro Rodríguez, Edu Luna, Juanra, Quereda, Armando, Manolo, Víctor Meseguer, Dorrio (Marcos Legaz, 79), Peque (Chumbi, 84) y Víctor Curto (Antonio López, 63).

Córdoba: Becerra, Raúl Cámara (Fran Gómez, 82), Djetei, Escobar, González (Jesús Álvaro, 68), Imanol, Xavi Molina (Moutinho, 46), Zelu, Valverde, De las Cuevas y Willy Ledesma.

Gol: 1-0. Minuto 32: Víctor Curto.

Árbitro: González Hernánez. Amonestó con amarilla a los locales Manolo, Peque, Quereda y Chumbi, y a los visitantes Zelu y Raúl Cámara.

Estadio: Nueva Condomina-Enrique Roca. 5.487 espectadores.