La eclosión de Alberto del Moral (Villacañas, Toledo, 2000) en el Córdoba CF ha sido muy importante. En solo seis meses ha pasado de jugar con el filial en Tercera a ser un elemento vital en el esquema de Pablo Alfaro con el primer equipo. El club, sensible a los halagos que el jugador recibe no solo en Córdoba, decidió ponerse manos a la obra en las últimas semanas. Aunque fue renovado en verano hasta el 2022, la dirección deportiva es consciente del potencial del jugador castellano-manchego, y no solo a nivel deportivo. Tanto es así que el club de El Arcángel tiene ultimado un acuerdo con el de Villacañas, que renovará por tres temporadas más la actual, hasta junio del 2024. Su cláusula de rescisión será elevada sensiblemente, así como sus emolumentos -estarán en un escalón alto de la plantilla-, aunque el futbolista permanecerá con ficha del filial hasta el próximo mes de junio. En los planes de las dos partes está que Del Moral pase entonces a tener ficha del primer equipo y sea a todos los efectos, de iure, lo que ya es de facto, una pieza clave del engranaje del cuadro del aragonés Pablo Alfaro.

Varios equipos de la Liga española de superior categoría -entre ellos el Getafe, el Atlético de Madrid y el Leganés- llevaban meses siguiendo los pasos de Alberto con el objetivo de incorporarlo para mejorar a sus filiales. El Córdoba CF, sensible a la posibilidad de que pudiera escaparse la mayor perla de su cantera, ha actuado en consecuencia para atarle por tres años y medio más. No obstante, una vez se firme definitivamente su nuevo contrato -la entidad blanquiverde pretende oficializar el acuerdo en los próximos días-, empezará un nuevo ciclo en la vida deportiva de Alberto del Moral, consolidado y con unos emolumentos acordes a su importancia a nivel deportivo. Además, con la oportunidad de seguir creciendo partido a partido para demostrar que es uno de los centrocampistas más prometedores de la categoría.

Del Moral llegó hace cuatro años a la entidad blanquiverde, cuando el por entonces secretario técnico Miguel Linares le captó tras un campeonato de España de selecciones autonómicas. Este joven admirador de Xabi Alonso y Sergio Busquets no paró de crecer desde entonces: tras escalar en las divisiones inferiores blanquiverdes llegó al equipo de Tercera, donde experimentó un curso pasado amargo en lo colectivo.

Miguel Valenzuela y Juanito, responsables de la dirección deportiva, le echaron el ojo ya en la pretemporada, a las órdenes de Juan Sabas. Debutó con el primer equipo el 18 de octubre del pasado 2020, en El Arcángel, en el primer partido de Liga ante el Lorca, sustituyendo a De las Cuevas. Pocos podían prever entonces que el joven toledano iba a hacerse un hueco con tanta fuerza entre centrocampistas tan veteranos como Javi Flores, Mario Ortiz o el propio mediapunta alicantino. Pero es que en solo 11 partidos y a sus 20 años de edad, Del Moral se ha ganado un sitio que prácticamente nadie le discute.

Referente en el pivote defensivo, es fuerte, rápido, alto y tiene una buena colocación. Solidario en los esfuerzos y correcto en la entrega, desde su debut hace cuatro meses ha ido creciendo en importancia primero, para Sabas, y tras su despido, para un Pablo Alfaro que ha siempre le ha dado la titularidad en los siete partidos al frente de la escuadra blanquiverde, que jugó completos, con excepción de la pasada eliminatoria copera ante la Real Sociedad, donde fue expulsado.

En total, en esta temporada 2020-21 que ha supuesto su gran salto al escaparate futbolístico nacional, Alberto del Moral ha completado, en solo 10 jornadas de Liga y tres rondas del torneo del KO, 854 minutos, con diez titularidades y una sola suplencia, la de su debut en Segunda B. Además, siempre en el pivote defensivo, ha actuado en varios dibujos tácticos diferentes. Solo por delante de la defensa, con Djak Traoré o Mario Ortiz a su lado formando un doble pivote e, incluso, en un sistema de tres mediocentros.

La misión del jugador, en los próximos meses, es la de continuar con ese crecimiento e intentar que se produzca a la par que el avance deportivo del Córdoba CF. El ascenso a Segunda, deseo de la entidad y de uno de sus jugadores más prometedores, reforzaría a todos los niveles su caché.

A nivel personal, Alberto del Moral es un joven que simultanea sus estudios con el fútbol y tiene las cosas claras en su personalidad, su forma de vivir y de entender el deporte rey, así como su deseo de seguir mejorando. «Mi madre está súper orgullosa de mí y encantada con todo, pero es muy exigente y me dice que puedo dar más, que puedo apretar más», ha reconocido.

Ahora, con una segunda renovación en seis meses prácticamente en el bolsillo, el Córdoba CF atará al jugador con más proyección de su filial y podrá respirar tranquilo ante ese interés que clubs de superior categoría y mayor potencial deportivo han mostrado en fechas cercanas.