"El Córdoba CF y Luis Garrido han alcanzado un acuerdo amistoso para la desvinculación del hasta ahora centrocampista de la entidad cordobesista". Con este escueto mensaje en su web oficial la entidad blanquiverde anuncia la marcha del centrocampistamarcha hondureño.

Luis Garrido llegó en el mercado veraniego de 2019, aunque no fue inscrito hasta enero de este 2020. Apenas contó para Raúl Agné, quién apenas le dio 45 minutos en la victoria en el campo del Recreativo Granada. El club agradece al jugador "su predisposición a alcanzar dicho acuerdo", así como "su esfuerzo y trabajo en su etapa blanquiverde" y le desea "el mayor de los éxitos en su futuro profesional y personal".

Un futbolista comprometido

La situación de Garrido fue muy delicada en el club, aunque nunca tuvo un mal gesto hacia la dirección deportiva o el cuerpo técnico. "Lo tomé con mucha tranquilidad, porque sabía lo que es una institución como el Córdoba CF", dijo el hondureño sobre los meses que estuvo entrenando sin poder competir.

Tras su debut ante el Recreativo Granada, a la postre su único partido con la camiseta blanquiverde, el pivote aseguró, en una entrevista con este periódico, que "sabemos que hay que mejorar, hay muchas cosas que aprender, estoy estoy agradecido a Dios porque todo lo que suma es bueno. El míster -Raúl Agné- es un gran técnico y puede enseñarme mucho".

"Seguro que Dios me abrirá otra puerta", dijo Luis Garrido hace una semana en declaraciones a la prensa de su país. Ahora, debe buscar el club que le abra esa puerta.

Una puerta de salida abierta

La puerta de salida que deja abierta Garrido será la que crucen algunos componentes actuales del plantel. Y es que la entidad cordobesista pretende incorporar a nueve o diez futbolistas, según refirió el propio director deportivo en una entrevista reciente con este periódico. Para entrar deben salir primero, y en esas está Juanito, concretando las negociaciones para aligerar masa salarial y dejar huecos. La competencia ha de ser máxima a ese respecto.

Además, hay jugadores que se encuentran cedidos en otros clubs de Segunda B y cuyo futuro más allá del play off de ascenso tampoco está claro. Por ejemplo, Zelu seguiría en el Logroñés si este asciende en su partido ante el Castellón, mientras que Fernando Román tiene contrato hasta 2021 con el Marbella, pero este club también podría ascender a Segunda. El caso de Sebas Moyano y el Lugo, más complejo y heredado de la época de Jesús León, también traerá cola este verano.