El frío hizo mella ayer en El Arcángel, que volvió a vivir un partido del Córdoba CF con menos de 10.000 personas en las gradas. Y ello contando con los más de 100 seguidores del Villarrubia, que animaron sin cesar a su equipo y le dieron un colorido blanquiazul a la zona visitante del coliseo ribereño.

Todo estaba preparado para que el Córdoba CF y su afición pudieran celebrar la primera victoria del 2020 en El Arcángel. Una victoria que iba a ser dedicada a José Luis Navarro, recientemente fallecido. En su memoria se realizó un sentido minuto de silencio antes del pitido inicial. La otra protagonista en los prolegómenos del encuentro fue Lucía Moral Wifi, la primera jugadora del Córdoba CF Femenino en jugar con la selección española. Wifi realizó el saque de honor y se llevó el merecido aplauso de la grada.

Se homenajeó con un minuto de silencio a José Luis Navarro, mito del club fallecido hace unos días

Una hinchada, la blanquiverde, algo más callada de lo habitual. En parte por ese frío que congelaba las palmas y acallaba los cánticos. Más de uno, previsor, se trajo la manta de casa y fue la envidia del vecino de grada. Y, obviamente, también por la primera parte que dio el equipo blanquiverde, que no animaba precisamente a que la parroquia local se enganchase. Se escucharon algunos «sí se puede» de los aficionados del Villarrubia, que se crecieron conforme su equipo atacaba con criterio, marcaba y defendía con maestría el marcador hasta el descanso. La marcha a los vestuarios fue acompañada de una sonora pitada de la afición cordobesista, disgustada por lo visto en el terreno de juego en la primera mitad.

Los titulares del Córdoba CF posan para la fotografía protocolaria antes del partido. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Tras el asueto, el guion del partido cambió y los aficionados locales consiguieron engancharse pese a que, con la noche cerniéndose sobre Córdoba, las temperaturas bajaron aún más y comenzó a correr un fuerte viento helado. El gol de Miguel de las Cuevas fue celebrado con algarabía y el ambiente regresó a ser prácticamente el de siempre en El Arcángel, con el público ejerciendo de jugador número 12 para alentar a los suyos.

Pero no pudo ser. La sangre de más de uno llegó al punto de congelación con un disparo final en el descuento del segundo periodo que salvó de milagro Isaac Becerra. Poco más ocurrió hasta el final del encuentro, donde las trompetas en forma de silbidos volvieron a atronar para despedir un encuentro gris del Córdoba CF que no ayuda a que el graderío de El Arcángel se acerque siquiera a esos llenos que tanto necesita el equipo.

Wifi realiza el saque de honor. / FRANCISCO GONZÁLEZ

En estos momentos en los que el play off sigue estando a tiro de piedra, cada partido en el coliseo ribereño debe plantearse como una final. No pueden marcharse más puntos de este estadio y, menos aún, de la forma en que se escaparon dos ayer. La cita que no será recordada si el Córdoba CF acaba jugando las eliminatorias de ascenso. Pero si al final el objetivo se queda a punto de caramelo, la vista se echará atrás y muchos pondrán el foco en encuentros como el de ayer ante el Villarrubia. Un partido que congeló los ánimos y que decepcionó a muchos cordobesistas. A los 9.336 que acudieron al estadio y a los que lo vieron desde casa en su televisor. Ni con entradas prácticamente regaladas se engancha a muchos más de esos 10.000 fieles que acuden a El Arcángel como liturgia diaria y que anoche se fueron francamente apesadumbrados.