La batalla legal en el Córdoba CF va cumpliendo pasos de un camino que se prevé largo, muy largo. Mientras que en la entidad blanquiverde esperan a la respuesta de Bitton Sport tras la oposición presentada por el bloqueo provocado por el procedimiento cambiario iniciado por Luis Oliver, la querella presentada por el Córdoba CF por administración desleal contra Carlos González, Alejandro González, Ecco Documática, Azaveco, el agente Salva Sánchez y una de sus empresas, así como contra otros empleados o administradores que tuvo la entidad blanquiverde durante la etapa de González, de la que informó este periódico el mes pasado, empieza a dar sus primeros pasos.

Mañana, por lo pronto, está citado Andrés Delgado en los juzgados de Córdoba para iniciar la ronda de declaraciones en las preliminares del juicio tras la presentación de la querella, de casi 80 páginas, en la que se detallan muchos de los movimientos realizados en el club y que se basan, también, en el informe de auditoría que hizo en su día BDO para LaLiga tras detectar la patronal, a su juicio, diversas irregularidades. Este periódico se puso en contacto con Carlos González tras ser presentada la querella, el pasado 19 de septiembre, que respondió que «nosotros contestaremos en el juzgado, como hemos hecho en todo momento» y recordó también que «la querella que me interpuso el club por los mismos motivos ha sido archivada».

De fondo en esta batalla legal se encuentra también la reclamación de González para que le sea devuelto el club por el impago en julio del último plazo, de 4,5 millones de euros. Fuentes del Córdoba CF aseguraron ayer a este periódico que no se ha recibido aún ningún tipo de requerimiento sobre ningún tipo de movimiento legal iniciado por Carlos González o Azaveco en torno a este contencioso, aunque en su momento, González aseguró que el mismo 2 de septiembre interpuso la demanda para que le fuera devuelto el paquete mayoritario de acciones por el impago de los citados 4,5 millones de euros.

El panorama jurídico y legal se conformando incluso con demandas y querellas de tipo personal. Todo, con el objetivo de lograr el control del Córdoba CF. Una batalla que se dirimirá no en las gradas ni en la calle, sino en los juzgados, por lo que la opinión experta de los jueces será la que dictamine.