Luis Carrión llegaba todavía encendido a sala de prensa. Con la cara colorada, como si acabase de terminar de celebrar el gol de Markovic sobre la bocina en ese momento. O como si de hecho todavía lo estuviese celebrando. Después de haberse tenido que pasear entre unos aficionados por momentos tensos cuando no hostiles, el técnico dejará de ver los partidos desde las cabinas de radio para volver al banquillo. Y es que, después de haber encajado tanto y haberse dejado tantos puntos en los minutos finales, ayer, al igual que en el último encuentro en casa ante el Alcorcón, el Córdoba, su Córdoba, logró el triunfo in extremis, que siempre vale para salir del estadio con una sonrisa más radiante que si el gol es en los diez primeros minutos y después toca aguantar el resultado.

«Hoy se ha visto de manera diferente. Hemos ido a por el partido con el 1-1, me gusta ir a ganar aunque eso a veces te cueste puntos. Es una alegría muy grande», comentó el preparador cordobesista.

En su análisis, el técnico resaltaba que «el partido ha sido una primera parte buena. Hemos dominado, sin ocasiones, pero en el campo del Zaragoza. Ellos a partir del 35 han mejorado por nuestra mala presión arriba y en una pérdida se han encontrado el gol de Ángel, que creo que es la única vez que han llegado», el llamado gol psicológico. «En la segunda era difícil porque era una situación mala. Íbamos perdiendo de forma injusta, que al final te pesa más. El equipo, dentro de no tener un gran juego, ha demostrado estar unido y seguro que saldremos de esta situación si seguimos haciéndolo así, aunque hay cosas de la segunda parte que no me han gustado».

Carrión no quiso entrar a valorar la polémica celebración de Rodri tras el gol del empate, cuando se volvió hacia la afición para recriminarle su actitud. «No he visto la reacción de Rodri. Lo que quiero es que Rodri meta goles, que trabaje, y que meta goles que es importante para él y lo que todos quieren. Me alegro mucho de su gol. Se lo merece».

Lo que sí reconoció Carrión es que por momentos vio la derrota, pero ello no podía ir en detrimento de intentar ganar. «Nos íbamos 0-1 haciéndolo bien. Les dije a los chicos que había que salir y el equipo había dado la cara en el último mes. No quería un equipo triste, quería un equipo valiente y, si tenía que perder, que fuera así. Si ellos van de verdad es porque son valientes y estoy encantado de este grupo».

RAÚL AGNÉ / TÉCNICO DEL ZARAGOZA

«El penalti es claro. A partir de ahí protesto que es penalti y es muy fácil expulsar al entrenador»