Luis Carrión fue destituido ayer por el Córdoba como entrenador de la primera plantilla. Esta información parte del entorno del propio entrenador, ya que el club blanquiverde, anoche, aún no había informado del adiós del catalán al banquillo cordobesista. Tras la goleada histórica en El Arcángel ante el Gimnástic de Tarragona (1-5), el club informó de que la sesión de recuperación de ayer por la mañana no sería dirigida por Carrión, sino por el segundo entrenador, Vicente Fuensalida, y el preparador físico, Cristóbal Fuentes. Cuando se preguntó si el motivo de la ausencia de Carrión era a causa de su destitución, el gabinete de prensa reclamó «informaciones claras y concisas» y que se iría «informando conforme vayamos teniendo información».

Durante el día se dispararon todo tipo de rumores en forma de nombres de futuros técnicos, varios de ellos filtrados por el propio club. Incluso, se llegó a especular a última hora de la noche con la posibilidad de que Luis Carrión continuara en el banquillo del Córdoba, aunque el posible acuerdo con uno de los muchos técnicos que salieron a la palestra en cuestión de horas cerró el paso a dicho rumor. Rubén Baraja parece ser el hombre que, al menos hasta anoche, más cerca tiene la posibilidad de sentarse en el banquillo del Córdoba en el Carlos Tartiere, en la próxima jornada, ya que ayer mantuvo contactos en Madrid con la cúpula de la entidad blanquiverde. En cualquier caso, la jornada de hoy, en la que la plantilla del Córdoba descansa, ha de ser definitiva. Tanto para el anuncio oficial de la destitución de Luis Carrión como entrenador del Córdoba como para el anuncio de su sucesor.

El adiós de Carrión era un hecho cantado desde la goleada en el Mini Estadi, ante el Barcelona B, por 4-0. El máximo accionista de la entidad, Carlos González, perdió la confianza en él tras ese encuentro, por lo que activó la maquinaria para encontrarle un relevo en el banquillo. Parecía que el ultimátum puesto en el José Zorrilla era definitivo. El Valladolid goleó por 4-1 a los blanquiverdes, pero las opciones que tenía González para el banquillo, sobre todo una, se le cayeron. De ahí que improvisara un consejo de administración en el palco del estadio vallisoletano y, después, se dirigiera al autobús oficial del equipo, en donde, delante de aficionados y prensa, aseguró a la expedición blanquiverde que «los resultados no provocarán la destitución del entrenador».

Una semana que se transformó, inesperadamente, en dos, ya que el tiempo que ganaba González se prolongó debido al triunfo del Córdoba ante el Alcorcón en El Arcángel (3-0). Luego, la derrota en Lugo (2-0) y la goleada del pasado domingo, la segunda más abultada en casa en la historia del Córdoba, obligó a la destitución aun sin tener claro un sustituto.

Carrión cierra así una etapa de más de cuatro años en el cuadro de técnicos del Córdoba, al que llegó en la 2013/14 como ayudante de Pablo Villa. Tras la destitución de éste, Carlos González apostó por él como recambio, pero la derrota por 3-0 en Soria en su primer encuentro obligó al máximo accionista a buscar una alternativa. Llegó Albert Ferrer y el Córdoba terminó ascendiendo a Primera División.

Carrión estuvo de ayudante del catalán y posteriormente pasó a entrenar al filial cordobesista, con el que logró el ascenso a Segunda División B en la temporada 2015/16.

Entrenando al filial en Segunda B, la pasada temporada, le llegó la oportunidad del primer equipo, ya que González le señaló como «técnico de la casa» y como un entrenador que «triunfará en un grande en Primera, sin duda». Arrancó bien en Liga y tuvo el destello copero en Málaga, pero el equipo cayó en picado e incluso González amagó con su destitución, aunque finalmente logró salvar al Córdoba en la penúltima jornada de Liga, tras un arreón en el que sumó 13 de los últimos 15 puntos en disputa, aunque alguno de ellos ante equipos que no se jugaban nada, como el Rayo o el Girona, que llegó a El Arcángel de fiesta por su ascenso a Primera.

En esta temporada, la primera en la que iniciaba la Liga desde el banquillo del primer equipo, Carrión anunció un equipo «protagonista», que mantuviera la posesión y que apretara arriba en la presión defensiva. La pretemporada, con ocho triunfos, la mayoría ante equipos de bajo nivel, disparó la euforia. Sin embargo, desde el principio se adivinó que el equipo sufriría en Liga, en donde ha mostrado una debilidad defensiva desesperante, que no ha compensado los buenos números en el ataque. De hecho, es el equipo más goleado en Segunda en los últimos 21 años.

Probablemente, hoy se hará oficial una destitución realizada en diferido por el club.