LUIS MIGUEL CARRIÓN / SALVADO, POR AHORA

Repitió sistema para intentar reeditar triunfo por tercera vez

Como varios de sus antecesores en el banquillo está sometido a la trampa estar situado entre un discurso oficial en el que se sobrevalora una plantilla hasta situarla a nivel de eliminatorias de ascenso y la realidad que depara la competición. Para colmo, tanto en el aspecto físico como en el táctico, el equipo está a unos niveles más que discutibles, como mínimo. Sabe que tiene perdida la confianza de la cúpula desde hace semanas y salvo una reacción que nadie espera, la propiedad decidirá su relevo en el momento que entienda oportuno. El equipo, en Lugo, se quedó en el amago.

CAMPABADAL / SINTOMÁTICO

Junto a Iriome fueron los dueños de la banda izquierda rival

No deja de ser sintomático que Edu Campabadal, jugador más que criticado en su etapa blanquiverde, fuera uno de los destacados en el Anxo Carro durante el duelo contra el Córdoba. Junto a Iriome se hizo dueño de la banda derecha, la izquierda del Córdoba, que nunca tuvo una respuesta consistente. A Víctor Mena le vino demasiado pronto un partido con Iriome delante, mientras que Markovic o Javi Galán no fueron regulares a la hora de ajustar la marca al lateral derecho catalán, que dio la asistencia del primer gol y pudo anotar si no llega a ser por Pawel Kieszek.

EL AUTOBÚS / 74 HORAS ENTRE PARTIDO Y PARTIDO

Una paliza difícil de entender en un club profesional

Se hace complicado de entender en un club profesional, con unos ingresos en torno a los 12 millones de euros de los que dos tercios son de televisión, que un equipo termine un partido y se deba meter entre pecho y espalda 13 horas en carretera en el autobús oficial del equipo. Máxime, cuando el siguiente compromiso, vital, ha de jugarse pasado mañana a las 20.00 horas. Son tan sólo 74 horas de diferencia y se echa de menos que la entidad cuide esos detalles. La plantilla llegará a las 7.30 de la mañana y entrenará por la tarde. De regalo, un equipo descansado el domingo.