En una sesión de entrenamiento marcada por el fuerte calor, la plantilla blanquiverde se ha ejercitado durante una hora en la Ciudad Deportiva con la mente puesta en el partido ante el Oviedo (el próximo domingo a las 20:30 horas en El Arcángel).

Tras los ejercicios de pase, posesión, rondo y centros, la primera plantilla, con las bajas ya habituales de Cisma y Rodas, se dividió en dos equipos de once jugadores. Carrión dio los petos intercalando habituales con suplentes, aunque con ciertas dinámicas que dan a pensar que se mantendrá el mismo once que las dos últimas semanas.

Así, en el equipo de los petos partieron arriba Javi Galán, Piovaccari y Pedro Ríos, así como la pareja de centrales Caro y Deivid, y Edu Ramos en el eje del centro del campo. Sin petos formaron Javi Lara y Aguza en la creación, así como Bíttolo y Antoñito en los laterales.

Se vio muy activo a Carrión, dando órdenes constantes a sus jugadores, pidiendo intensidad y parando cada poco la sesión para corregir posiciones, marcajes y movimientos. Al principio, el partidillo se jugó sin porterías, con el objetivo de que los jugadores con peto, los atacantes titulares, presionasen la salida del balón de los suplentes, en los que estaban los dos mediocentros de creación, Lara y Ramos.

Tras ello, se pasó a disputar un partidillo con porterías, en el que los atacantes titulares fueron claramente superiores, y en el que destacó Piovaccari con un gran golazo tras recibir un pase de Javi Galán, que se mostró muy activo y recuperó varios balones con su presión. Todo lo contrario que Juli, que con gesto muy serio mostró poca implicación y hasta cierta desgana. Esto es raro en el alcoyano, ya que normalmente es de los más activos, dando ánimos e indicaciones a los más jóvenes y asumiendo los galones en los entrenamientos.

Mañana, el Córdoba vuelve a la Ciudad Deportiva en un nuevo entrenamiento a puerta abierta a las 10:30 horas. El entrenamiento del sábado, último antes del partido, será en el estadio a puerta cerrada.