El Córdoba CF tendrá que realizar muchos números. No es que la calculadora no sea un elemento vital en cualquier club en toda época estival para cuadrar presupuesto al céntimo, pero en el caso del club de El Arcángel el aparato tendrá que echar humo. Y no por su particular situación institucional, sino porque los responsables de confeccionar el plantel blanquiverde para la próxima campaña deberán hacer equilibrios, tanto por la especial situación de crisis económica que se viene encima, como por la carga que suponen determinados contratos firmados la pasada campaña, tal y como reconoció su director deportivo, Juan Gutiérrez Juanito, en estas mismas páginas, hace unos días.

La realidad económica señala que apenas seis jugadores blanquiverdes copan en torno a un millón de euros en fichas para la 20-21. De las Cuevas, Javi Flores, Piovaccari, Willy Ledesma, Xavi Molina y Carlos Valverde suponen un tercio del presupuesto global para la primera plantilla que manejan los dirigentes de Infinity en la entidad blanquiverde, que ronda los tres millones de euros. En esos tres millones de euros se incluyen las rescisiones o finalizaciones de contrato obligadas que han de hacer para generar el hueco para esos cinco futbolistas séniors que se pretenden en el club cordobesista, amén de otros tanto sub-23. Con el “ascenso” de Raúl Cámara a las oficinas y el acuerdo de rescisión con Luis Garrido, el equipo capitaneado por Miguel Valenzuela aún tendría que dar de baja, al menos, a cuatro jugadores. Pero la suerte puede sonreírles, ya que el 50% de esas bajas aún se juegan en el campo. El Lugo podría quedarse con Sebas Moyano, mientras que el Logroñés haría lo mismo con Zelu en caso de lograr el ascenso. Y no es poco lo que se “juega” el club blanquiverde en esos campos, prácticamente un cuarto de millón de euros, con lo que una salida de los jugadores sin necesidad de negociación con el Córdoba CF haría que esos casi 250.000 euros no engrosaran el capítulo de rescisiones y sí el de refuerzos. Algo parecido ocurre con Fernando Román, con el que habría que negociar en caso de que el Marbella desista de su segunda temporada de cesión, mientras que la cuarta baja clara es la de Víctor Ruiz.

En caso de que el Córdoba CF lograra dar salida a esos cuatro jugadores y sin contar a Thierry Moutinho -con el que se cuenta-, la plantilla tendría esos once futbolistas que se necesitan para poder incorporar, al menos, otros cinco jugadores sénior llamados a ser titulares. De puertas hacia dentro, en El Arcángel se ha valorado que de esos tres millones globales, en torno a 500.000 euros podían suponer el coste de rescisiones -en torno a los 80.000 habría que restarles ya por la rescisión de Luis Garrido-, por lo que en caso de destinar esa cantidad a la salida de futbolistas, de los 2,5 millones de euros, un millón lo copan esos seis futbolistas.

Esto significaría que la dirección deportiva dispondría, con ojos optimistas, de 1,5 millones de euros, aproximadamente, para los otros 16 futbolistas que han de cerrar el plantel, cinco de ellos con contrato en vigor. Continuando con la misma mirada esperanzadora, signifcaría que la media de ficha por jugador estaría en torno a 90.000 euros por cabeza, algo menos, teniendo en cuenta algunos de esos futbolistas aún con contrato rebasan ya los 100.000 euros de sueldo anual.

¿Cuál sería la solución para traer a jugadores de nivel en las zonas importantes del campo? Restar de esa media de ficha en jugadores sub-23 y futbolistas que se incorporarán como alternativa al titular y aprovechar esa rebaja en la media para aumentarla en puestos que para la dirección deportiva blanquiverde son vitales, como el central de jerarquía que se pretende, el mediocentro defensivo titular o el hombre que ha de pelear en la delantera con Piovaccari y Willy que, recordemos, no tienen una ficha precisamente baja para la categoría y el propio club ya ha reconocido que les busca competencia en el mercado de verano.

Existe otro apartado en el que el Córdoba CF puede estirar esos tres millones, aproximadamente, destinados al objetivo deportivo para la temporada 20-21. Tal y como ha reconocido LaLiga y la RFEF, así como diversos estamentos del fútbol y del deporte español, se ha de plantear un diálogo entre los clubs y las plantillas a fin de buscar una rebaja en los contratos, habida cuenta de que los ingresos, sobre todo en el fútbol más modesto, se van a ver mermados a causa de la crisis del coronavirus, tanto en su vertiente sanitaria como en la económica. Pero de ese planteamiento aún se desconoce el umbral sobre el que se podría trabajar, llegado el caso. Hoy por hoy, los contratos son inamovibles y salvo que haya un acuerdo global se hace complicado imaginar una rebaja casi unilateral de los emolumentos.

Visto el panorama que se avecina y con todos los inconvenientes que se han presentado y se presentarán, se puede atisbar que la entidad blanquiverde, a pesar de todo, sería de los «privilegiados» dada su peculiar situación y siempre que esta también se resuelva. Pero mientras todo se soluciona y visto el estado de la plantilla, lo que sí es cierto es que en el Córdoba CF las calculadoras echan humo este verano.