Tal y como dijo el técnico del Córdoba, José Ramón Sandoval, en la previa, tras cuatro partidos consecutivos ganados, «no hay quinto malo». Y para hacer realidad lo que hace un mes no era más que el sueño de la permanencia, el conjunto blanquiverde debe vencer esta tarde, a las 18.00 horas en El Arcángel, al Real Oviedo. Sería el quinto bueno, prolongando la racha de victorias una jornada más, y dejando la salvación a menos de un partido de distancia. Porque el duelo entre el Alcorcón, que tiene 35 puntos, con el Gimnàstic, con uno más, abre un mundo de posibilidades al Córdoba si logra doblegar a los carbayones.

Con los tres puntos en mente, Sandoval apostará el todo por el todo y forzará a varios jugadores que han estado tocados entre semana, como Loureiro o Aguza. De hecho, ayer se publicó la convocatoria y entró Jesús Valentín, que lleva lesionado tres jornadas. Sin embargo, el buen rendimiento de la dupla de centrales Aythami-Quintanilla despeja cualquier duda sobre la defensa titular. Valentín deberá esperar en el banquillo. Junto a ellos, partirá el renovado Loureiro por la derecha, y Fernández, a pierna cambiada, por la izquierda. El gallego ha mejorado muchísimo sus prestaciones hasta hacerse un fijo en el lateral diestro, en el que le ha ganado el puesto a Fernández, que se lesionó en el momento de la eclosión de Miguel. Pero el cordobés tiene hoy una oportunidad de reivindicarse, ya que la baja por sanción de Javi Galán, que vio la roja en Tarragona, hará que Sandoval apueste por Fernández, en detrimento de Noblejas.

En caso de doblegar a los asturianos, la permanencia quedaría a menos de un partido

En el doble pivote del centro del campo no hay dudas. Edu Ramos y Aguza han dotado de consistencia y equilibrio al Córdoba, sirviendo de pegamento entre los atacantes y una defensa que ha dejado la portería de Kieszek a cero en las dos últimas jornadas. La gran duda que tiene el técnico de Humanes en la cabeza es la de la mediapunta. Con Reyes entre algodones, forzarlo poniéndolo de inicio podría hacer que sus molestias se convirtiesen en una lesión más seria. Pero lo que aporta el utrerano entre líneas, su calidad y su capacidad de asistir a balón parado, merced a su zurda prodigiosa, son demasiados activos que se perderían en caso de dejarle en el banco. La alternativa es Alfaro, que ya afirmó en sala de prensa, el pasado miércoles, que se encuentra anímicamente bien y nota la confianza del míster. Una hora antes del partido saldremos de dudas.

Donde no hay discusión es en el trío de ataque. Narváez y Jovanovic escoltarán al pichichi Sergi Guardiola en la vanguardia. De la capacidad de conexión entre ellos y de la fiabilidad cara a gol del jumillano dependerán las opciones de gol del Córdoba. Mientras el rival, el Real Oviedo, pondrá en liza un once más bien defensivo, al menos tácticamente. Su entrenador, Juan Antonio Anquela, ha mejorado el balance de su equipo colocando a tres centrales, que esta tarde serán Carlos Hernández, Forlín y Christian Fernández. Sin embargo, los dos carrileros son posiblemente los más atacantes de la categoría. Johanesson por la derecha y Mossa por la izquierda harán de correcaminos carbayones en busca de abrir al Córdoba por los costados. La tarea de mantener unido al equipo la afrontan Ramón Folch y Rocha, con Fabrini y Saúl Berjón como interiores, escoltando al punta del Oviedo, Toché.

Los carbayones, que no sacan muchos puntos a domicilio, están empatados con la zona del ‘play-off’

La baja eficacia goleadora del ‘9’ de los asturianos ha lastrado un poco sus opciones de meterse en ascenso del Oviedo. Sin ir más lejos, Toché lleva más de dos meses sin ver portería, cuando marcó al Almería en el Carlos Tartiere. Un central como Carlos Hernández lleva los mismos goles (seis) que el ariete de referencia del rival asturiano. Contando los tres últimos partidos fuera de su domicilio por derrotas, en los campos del Cádiz, el Zaragoza y el Tenerife, el Oviedo llega a El Arcángel con las opciones de subir a Primera intactas, ya que con 49 puntos empata con la zona de play-off. Pero el Córdoba se juega mucho más, la permanencia en Segunda, y con ello su propia existencia en el fútbol profesional. Con una afición que responderá llenando el coliseo ribereño, la quinta victoria del conjunto blanquiverde iluminaría un inicio de Semana Santa tranquila para el cordobesismo.