El Córdoba regresó al trabajo en una semana atípica, ya que no tendrá su habitual jornada de descanso. Llega el Granada, el viernes, y no hay tiempo que perder. En realidad, Curro Torres tuvo a algo más de la mitad del plantel en la ciudad deportiva, ya que como es habitual, los titulares permanecieron en El Arcángel con entrenamiento específico y masaje.

También se pudo ver a Federico Piovaccari, aunque lógicamente apartado del resto del grupo realizando carrera contínua. El italiano sufre una fractura en el primer dedo del pie derecho y aún le quedan algunas semanas antes de poder estar a disposición del técnico de Ahlen. Otro que también entrenó con el resto de compañeros es Álex Carbonell, que ya puede entrar en una convocatoria tras el permiso de la RFEF y LaLiga. En principio, la única baja que tendrá Curro Torres para el vital encuentro contra los nazaríes es la del delantero italiano, ya que recupera a Carlos Abad, que no podía jugar contra su club de origen, y a Quezada, que cumplió sanción por ver la quinta amarilla ante el Albacete Balompié. Las caras de los jugadores, obviamente, nada tenían que ver con las vistas en las últimas semanas durante los entrenamientos. El buen ambiente fue la tónica general de una sesión que se prolongó en torno a una hora y media y que hoy tiene continuidad, a las 10.30 horas en la ciudad deportiva.