El Mallorca acude el próximo domingo a El Arcángel en un estado de justificada euforia, ya que no conoce la derrota desde el pasado 10 de febrero y tiene en algunos de sus hombres la razón del buen momento que viven en la actual Liga, en donde aspiran, al menos, a jugar las eliminatorias de ascenso a Primera División.

Una de esas estrellas bermellonas es Salva Sevilla. El de Berja se ha convertido en el motor de un Mallorca que es el segundo máximo anotador del campeonato y que se medirá el domingo a la peor defensa de Segunda División. A sus 35 años, Salva Sevilla vive una segunda juventud. Es uno de los hombres más utilizados por su técnico, con más de 2.400 minutos disputados y faltando únicamente a tres compromisos ligueros. Además, Salva Sevilla es el líder de Segunda en asistencias de gol, con nueve ejecutadas hasta ahora. Lejos del concepto de hombre veterano y técnico con discutible compromiso defensivo, el de Berja acumula 229 recuperaciones, siendo también un futbolista destacado en el orden defensivo del conjunto bermellón.

Por lo tanto, uno de los problemas de Rafa Navarro para el próximo domingo será desactivar al que pudo ser jugador del Córdoba hace casi una década, amén de tapar esa profunda banda izquierda, con Estupiñán y Lago Júnior.

Salva Sevilla regresa a El Arcángel por segunda vez desde aquel verano del 2010 en el que estuvo a punto de ser blanquiverde. Lo hizo en la 2010/11 apenas cuatro minutos, ya que estuvo en el banquillo verdiblanco cuando unos meses antes pudo (y quizá debió) estar en el blanquiverde. El Córdoba cerró un preacuerdo con Salva Sevilla y su representante, justo antes de abandonar la disciplina del Levante. La cifra a cobrar por el de Berja sería de unos 250.000 euros por temporada y solo había que esperar a que se desvinculara de la entidad granota. Pero el Betis, gobernado entonces por Manuel Ruiz de Lopera, se interpuso. Le ofreció al jugador el doble de lo que cobraría en un Córdoba que ya estaba empezando a posicionarse no solo en modo venta, sino también en el camino de situación preconcursal. Así, a la entidad blanquiverde no le quedó más remedio que negociar, dado que el futbolista y su agente, lógicamente, se empeñaban en olvidar aquel precontrato para irse a Heliópolis. Aunque Lopera intentó esquivarlo, finalmente se avino a razones y alcanzó un acuerdo con el Córdoba por el que el club de El Arcángel percibiría una indemnización que suponía, aproximadamente, la ficha que iba a cobrar el centrocampista si hubiera firmado como cordobesista.

El Betis se salió con la suya no solo en el pago de la indemnización, sino también en la forma, pagadera en varios plazos. Unos meses después, el Córdoba solicitó al juez de lo Mercantil la situación preconcursal y según se informó en aquellas fechas el club verdiblanco no pagó finalmente aquella cantidad. Ni tan siquiera la mitad. El domingo vuelve y habrá que estar muy pendiente de él.