Si hay un futbolista sobre el que hay fundadas esperanzas mirando hacia el futuro, dentro del Córdoba CF, ese es Alain Oyarzun. El irundarra posee una calidad fuera de toda duda y no pocos están de acuerdo en que es un jugador de superior categoría. Las lesiones en las últimas campañas le han impedido tener continuidad y ahora afronta este año como blanquiverde con el objetivo de lograr el ascenso y, para ello, debe aportar goles y sus asistencias.

Cada vez que ha tenido continuidad, el irundarra ha rendido a un nivel notable en Segunda División. De hecho, el Córdoba CF fue su última víctima. Si en la temporada 19-20 apenas pudo competir por sus problemas físicos y no anotó ningún gol, en la 18-19 Alain Oyarzun anotó tres goles en Segunda División A, dos de ellos, al Córdoba CF, ante el que también firmó tres asistencias con la camiseta del Numancia. Aquella temporada se inició con un Córdoba CF-Numancia (3-3) en el que el irundarra fue protagonista: dio la asistencia a Carlos Gutiérrez para el empate a un tanto y anotó el 2-3 para los rojillos, aunque finalmente, Aythami equilibrió el electrónico en los compases finales del partido. Tras volver a marcar en el Anxo Carro, Alain Oyarzun no volvió a ver puerta, aunque sí que dio tres asistencias en otros tantos partidos. Hasta que al Córdoba CF le tocó visitar Los Pajaritos. En un primer tiempo fulgurante, Alain Oyarzun dio sendas asistencias a Diamanka para que este anotara el 1-0 y el 3-0, mientras que el segundo tanto de los sorianos fue anotado por él, con lo que firmaba hasta ese momento una tarjeta de tres goles y siete asistencias en la temporada, de los que dos tantos y tres asistencias los había sumado ante el Córdoba CF.

El extremo izquierdo blanquiverde fue claro ayer tras el entrenamiento: «Volví a sentirme futbolista» en Yecla. Juan Sabas le dio la titularidad después de que en la primera jornada ocupara el banquillo y no llegará a disfrutar minutos en El Arcángel. Su último partido de competición oficial fue el 6 de octubre del 2019, en la visita de los rojillos al Oviedo (1-1). «Después de tanto tiempo no era un partido fácil, necesitaba mucha concentración, y los compañeros y yo estuvimos acertados», admitía el vasco, que vuelve a El Arcángel este domingo con la intención de que el templo cordobesista le sirva de punto de unión con sus mejores momentos. Esta vez, vistiendo la blanquiverde.