Bien es cierto que lo que está condenando al Córdoba esta temporada es el balance defensivo. Distintos entrenadores y sistemas tácticos no han logrado parar lo que es una auténtica sangría, con 56 goles encajados en 30 partidos, 12 más que el Nàstic, segundo equipo con más tantos recibidos esta temporada.

Sin embargo, en el entrenamiento realizado ayer en la ciudad deportiva, el Córdoba de Rafa Navarro ejercitó fundamentalmente el disparo a portería. Afinando puntería, los futbolistas blanquiverdes dedicaron la mayor parte de la sesión, que estuvo por encima de la hora de duración, a realizar centros laterales y buscar el remate. En muchas ocasiones, incluso, los centros y disparos se hacían sin oposición de un defensa o de un portero. Navarro buscaba, ante todo, que se culminasen las jugadas con disparos entre los tres palos, con un porcentaje de éxito variable. Destacó especialmente Carbonell por su eficacia de cara a portería y por la belleza de algunos de sus disparos. Se vio especialmente metido a Piovaccari. El italiano sabe que la baja por la cláusula del miedo de Carrillo le abre la posibilidad de volver al once. La última vez que Piovaccari marcó en Liga fue el 19 de enero ante el Numancia, y aún así, es el segundo máximo goleador del equipo, lo que es sintomático de la situación que atraviesa el Córdoba.

UN BUEN AMBIENTE

En general el ambiente fue positivo, no faltaron las bromas entre compañeros y con algunos utilleros, con el entrañable Pepillo siempre dispuesto a contribuir para el refuerzo del espíritu del equipo. Fue un anticipo de lo que llegaría después, ya en las instalaciones de El Arcángel -ver siguiente página-.

El equipo blanquiverde pretende llegar con la pólvora cargada al estadio Ramón de Carranza, donde mañana a las 18.00 horas visita al Cádiz, equipo que llega tras dos partidos sin conocer la victoria. En ambos casos, además, el rival del equipo amarillo acabó con un futbolista menos. El Elche logró vencerle por 1-0 en tierras ilicitanas hace dos jornadas, pese a tener expulsado a Juan Cruz desde el minuto 40. Y la pasada semana, el Cádiz no pasó del empate a uno ante un Lugo del que fue expulsado el excordobesista Campabadal, bien es cierto que en el tiempo de descuento.

El equipo entrenado por Álvaro Cervera es el quinto equipo menos goleado de Segunda, con solo 25 tantos recibidos en 30 partidos, por lo que bien hace este Córdoba en trabajar el aspecto ofensivo para tratar de desarbolar su sistema defensivo, siempre férreo en los equipos del técnico nacido en la Guinea española. Además, el Cádiz pretende sumar un seis de seis en casa ante el Córdoba, y posteriormente frente al Zaragoza, ya que entre medias tiene asegurados los tres puntos de su enfrentamiento ante el Reus, eliminado de la competición.