Puso todo de su parte, no falló y estuvo con su equipo. No se le puede pedir más a la afición del Córdoba, que ayer contribuyó a la mejor entrada de la temporada en El Arcángel, más de 14.000 espectadores. Varios cientos de ellos esperaron hora y media antes del inicio del choque ante el Granada para recibir a sus jugadores a la llegada del autobús. El Córdoba hizo un llamamiento a su hinchada con acciones en redes sociales y también presenciales durante toda la semana, siendo el estandarte la promoción de entradas, que casi se agotaron en los minutos previos al inicio del partido. Las colas en las taquillas y en los accesos a algunas zonas del coliseo ribereño eran un buen síntoma de lo que luego se vivió dentro, con un ambiente notable, animación constante de los dos fondos y mucha paciencia por parte de los aficionados, especialmente durante la primera parte.

El equipo no se arrugó tras el descanso, buscó con ahínco el tanto del empate y casi lo consigue. Los hinchas blanquiverdes soplaron como si fueran uno solo antes de que Neftali, libre de marca, mandase alto un balón a 15 minutos del final que muchos cantaron demasiado rápido.

La presencia de los aficionados del Granada también fue importante. Al menos 300 granadinistas, que llegaron en autobuses procedentes de la ciudad de la Alhambra, dieron colorido rojiblanco a la zona visitante de El Arcángel. Durante la segunda parte se vivieron momentos futbolísticos bonitos, porque ya se dijo que la presión ambiental sería importante durante el devenir de un encuentro que la entidad blanquiverde marcó como muy importante en el calendario.

Tras la llegada de los fichajes invernales y la victoria en Tenerife, el Córdoba entendía que la situación era idónea para volver a enganchar a su afición, cuya presencia en el estadio fue decreciendo con el paso de las jornadas y el mal rumbo deportivo de su equipo. Fue una noche de cordobesismo, de unión entre la afición y la plantilla que se reflejó en ese mar de bufandas al aire cuando los jugadores blanquiverdes bajaban de su vehículo antes de entrar al estadio. Los puntos se marcharon en otro autocar, el de la expedición del Granada. Fueron sus hinchas los que salieron del campo con la sonrisa de oreja a oreja, sabedores de la importancia de tres puntos que vuelven a meter al equipo nazarí en ascenso directo. Segundo clasificado y viendo a todos -menos al Albacete- por encima del hombro.

Distinta, muy distinta es la situación del Córdoba, que sigue en zona de descenso pero que no puede dar marcha atrás a su cadencia. El club ha iniciado una política de promociones que debe continuar para que poco a poco los socios que siguen sin acudir a El Arcángel, alrededor de 5.000, regresen a sus localidades. La segunda parte de los pupilos de Curro Torres fue buena, el empate anduvo cerca y esa imagen debe quedar en la retina del aficionado. Misión del club es que no se pierda.