La carrera del nuevo entrenador del Córdoba CF, Pablo Alfaro, en los banquillos se inicia con 40 años, cuando en la 09-10 toma las riendas del Pontevedra, construido para pelear por el ascenso, en la jornada 14 relevando a Roberto Aguirre. Los gallegos se encontraban en ese momento en el décimo puesto, con 19 puntos, a solo tres del descenso, a cinco de los puestos de privilegio y a 13 del Éibar. Con el maño, el Pontevedra logró meterse en la cuarta posición final con 63 puntos. En la primera eliminatoria por el ascenso eliminó al Oviedo, ganando en Pasarón por 2-1 e imponiéndose también en el Tartiere por 1-2, pero cayó en semifinales, ante el Alcorcón de Anquela, después de igualar en casa sin goles ante los alfareros y caer estrepitosamente en el Santo Domingo por 3-0 tras una jugada clave: en el minuto 31 de partido, Vázquez cometió un penalti sobre Borja, dudoso según la prensa gallega, y fue expulsado, por lo que el Pontevedra afrontó la hora restante del choque con 1-0 en el marcador y con un hombre menos. Pablo Alfaro fue, curiosamente, el último entrenador de Charles antes de que el brasileño firmara por el Córdoba CF tras caer en esa eliminatoria de ascenso.

Su buena temporada en Galicia le reportó su primera experiencia en Segunda División A, al frente del Decano del fútbol español, en el que militaba el actual miembro del cuerpo técnico del Córdoba CF, Raúl Cámara, así como los exblanquiverdes Asen y Fidel Chaves. La experiencia fue corta, ya que en las ocho jornadas en las que dirigió al Recreativo no consiguió ninguna victoria, empatando cuatro encuentros y perdiendo otros tantos para ser destituido con el equipo en la penúltima posición de la clasificación, a dos puntos de la salvación. El Decano terminó salvándose a los mandos del relevo del nuevo técnico blanquiverde, Carlos Ríos.

«Así es el fútbol»

Tras una temporada de paréntesis, Pablo Alfaro regresó a los banquillos para intentar el asalto a Segunda División a los mandos del Leganés, en la temporada 12-13, en donde militaba el exblanquiverde Álvaro Cámara. El conjunto pepinero fue subcampeón en el Grupo 1 de Segunda B, solo superado por el Tenerife, con tres puntos más. Y en la primera eliminatoria se cruzó con el Lleida Esportiu. En el Camp de Esports, el Lega se adelantó en la primera mitad, pero los catalanes remontaron en la segunda y visitaron Butarque con ese 2-1 que quedó anulado con el 1-0 del Leganés, logrado en el minuto 89. En el 101, el Lleida igualó la contienda y el sueño del Leganés y de Pablo Alfaro se desvaneció. «Así es el fútbol», se lamentó Alfaro tras el varapalo.

A pesar de no lograr el objetivo final, la buena campaña en Leganés le dio la posibilidad, en la 13-14 de encabezar otro proyecto ambicioso en Segunda División B, el del Huesca, en el que militaban Gaspar Gálvez y Jonathan Sesma. El recorrido fue aún más corto que con el Decano, en Segunda, ya que fue destituido en la quinta jornada de Liga, tras sumar un solo triunfo y cosechar tres derrotas, aunque ni su sustituto, David Amaral, ni el tercer técnico de la temporada, David Navarro, consiguieron alcanzar las eliminatorias de ascenso, quedando en séptimo lugar, a tres puntos del cuarto clasificado.

Tras una mala experiencia en el Marbella en la 14-15, en donde tuvo que coger el tren en marcha, de la misma manera que debió dejarlo, tomó las riendas del Mirandés en Segunda División A en la 16-17, en la que logró tres victorias y tres empates en once jornadas, equipo en el que tuvo a sus órdenes a Javi Hervás, Fran Cruz y al hoy blanquiverde Alain Oyarzun, entre otros. A pesar del descenso de los burgaleses, estos renovaron la confianza en el maño, que afrontó en la 17-18 el reto de hacer regresar a los rojillos al fútbol profesional. Con el Mirandés, Pablo Alfaro cosechó tan solo ocho derrotas, proclamándose campeón del Grupo 2 de Segunda B. En la eliminatoria de campeones cayó ante el Mallorca, que se mostró muy superior (3-0 en Son Moix y 0-0 en Anduva), para caer luego en semifinales, precisamente, ante el Extremadura de Juan Sabas, que perdió 0-1 en el Francisco de la Hera y ganó 0-2 en casa del Mirandés. En aquel encuentro jugaron los hoy blanquiverdes Willy Ledesma, que fue titular, y Carlos Valverde, que disputó la última fase del encuentro.

La última experiencia en los banquillos de Pablo Alfaro fue en el Ibiza de Javi Lara. En la 18-19 llegó en la última fase del campeonato, con el equipo pitiuso clasificado en la séptima posición a ocho puntos de los puestos de ascenso. Con Alfaro, el Ibiza tan solo perdió un partido de los 12 en los que estuvo al frente esa campaña, quedándose a las puertas de los playoff, a tan solo tres puntos. Esa recta final fue motivo suficiente para la renovación y afrontar el ascenso en la siguiente temporada, la pasada. En la 19-20, el Ibiza solo cosechó seis derrotas en las 28 jornadas disputadas, encajando 18 goles, la cifra más baja de toda la Segunda B. Fue subcampeón del Grupo 1, con solo dos puntos menos que el Atlético Baleares y, aunque dio muy buena imagen en Copa, sobre todo en la eliminatoria contra el Barcelona (1-2), cayó a las primeras de cambio en las eliminatorias de ascenso ante el Cornellá, de ahí que no renovara con el club dirigido por Amadeo Salvo.

Ahora, varios meses después, regresa al trabajo y lo hace en el conjunto blanquiverde, de nuevo, con el objetivo ineludible de disputar los playoff. Y comprobar si a la quinta va la vencida y logra el ascenso a Segunda División A con el Córdoba CF.