Cuando el pueblo habla, cuando los resultados de un referéndum limpio están sobre la mesa, los demás deben de asumir el resultado. Todo comenzó hace un año, cuando el actual equipo de gobierno puso sobre la mesa el cambio de fecha de la Gran Huevada al sábado anterior al de la romería de San Isidro (tradicionalmente se celebra la víspera). Los argumentos estaban basados en la propuesta a la asistencia de un mayor número de visitantes a esta fiesta singular, a los efectos de cansancio que ocasionan en muchos romeros, que se acuestan muy tarde y luego pueden ocasionar un accidente al día siguiente. Pero la responsabilidad de cada uno debe ser bandera en este tipo de celebraciones y cuidarse de que su integridad física sea la mejor para disfrutar de una jornada religiosa y festiva. De hecho, hay que recordar que, sea cuando fuese la celebración, estamos ante una tradición ancestral que no debe de perder su sentido religioso, fraternal, de reencuentro y de felicidad entre todos los que participen en ella. Por tanto, el pueblo habló.