El Refugio de una luz, de Miguel Romero, fue el preludio de un acto que marcará un nuevo devenir en la historia de El Carpio, una localidad cargada de arte y dinamismo por doquier. Las notas y voces desplegadas sobre el escenario estuvieron cargadas de emociones, de mensajes que aludían a lo que representa este espacio, que fue testigo de un periodo oscuro de la historia de España. Parecía como si esas voces volvieran a resonar entre los muros de este espacio único, de estilo neomudéjar, que tanta huella dejó. Ahora toca disfrutarlo y vivirlo.