Su santidad el Papa Francisco fue el que nombró obispo de Guadix a Francisco Jesús Orozco Mengíbar, que hasta el pasado 22 de diciembre era vicario general y moderador de la curia de la diócesis de Córdoba, cargo que ostentaba desde abril de 2011. Tras su nombramiento, ocupa el puesto número 89 de los obispos que han ocupado esta sede episcopal, la más antigua de España.

El nuevo obispo de Guadix nació en Villafranca de Córdoba en 1970 y fue ordenado presbítero el 9 de julio de 1995, en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba por monseñor José Antonio Infante Florido. Es doctor en Teología por la Universidad Lateranense de Roma.

Las Parroquias de San Miguel Arcángel y la de Nuestra Señora de la Merced de Córdoba han sido sus últimos destinos pastorales. Con anterioridad a 2012 fue párroco de Santo Domingo de Guzmán, de Lucena, y de la parroquia de San Mateo Apóstol, de la citada localidad. En su ministerio pastoral ha sido vicario parroquial de san Francisco Solano en Montilla y vicario episcopal de la Campiña.

La Hermandad de Los Dolores de Córdoba lo ha tenido como consiliario desde el año 2012. Hasta su nombramiento fue vicario General de la Diócesis y Moderador de la Curia, Canónigo Magistral de la Catedral, Miembro del Colegio de Consultores y del Consejo de Presbiterio, del Consejo Diocesano de Laicos, del Consejo Diocesano de Pastoral y del Consejo Diocesano de Asuntos Económicos.

Francisco Jesús Orozco realizó sus estudios de EGB en el colegio Teresa Comino de su pueblo natal, posteriormente estudió en el instituto de bachillerato Santos Isasa de Montoro. Francisco Jesús Orozco Mengíbar es doctor en Teología por la Universidad Lateranense de Roma. En esta misma universidad obtuvo en el año 2000 la licenciatura en Teología con la tesina de título «Renovación de la metafísica y sabiduría de la cruz en el pensamiento de Ghislain Lafont».

En el año 2003 obtuvo también con calificación summa cum laude el doctorado en teología con la tesis «Jesucristo Único Mediador y Las Religiones. Indagación Histórico-Dogmática a la luz del Dominius Iesús, 14».

La docencia ha ocupado buena parte de su dedicación a la diócesis de Córdoba desde su ordenación sacerdotal. Hasta la fecha de su nombramiento como obispo impartía la asignatura de Antropología Teología en Seminario Conciliar de San Pelagio y la ha impartido hasta hace unos años en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Beata Victoria Díez. En las mismas sedes ha sido profesor de Liturgia, Fenomenología e Historia de las Religiones y Escatología. Fue vicerrector del Seminario Menor San Pelagio hasta el año 2007. Ocupa la vicepresidencia de la Fundación Diocesana de Enseñanza Santos Mártires de Córdoba, así como la de la Fundación San Eulogio y la de Fundación Osio de Córdoba.

Con el nombramiento de Francisco Jesús Orozco Mengíbar como obispo de Guadix, son tres los sacerdotes adscritos a la diócesis de Córdoba que han recibido el encargo episcopal de la Santa Sede en la última década. En 2010 fue ordenado obispo de Bilbao monseñor Mario Iceta Gavicagogeascoa, que partió en 2008 de la diócesis de Córdoba para ser antes obispo auxiliar de esta diócesis vasca. El actual obispo auxiliar de la Archidiócesis de Sevilla, monseñor Santiago Gómez Sierra, prestó servicio pastoral en la diócesis de Córdoba hasta que fue nombrado en 2011 obispo auxiliar y ordenado por el actual arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina.

«Jesucristo le pide a Francisco a partir de hoy un amor más grande». El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, expresó su inmensa alegría por su nombramiento y ante el hecho de que el Papa Francisco «se haya fijado en un sacerdote de Córdoba para encomendarle esta tarea tan importante en la Iglesia». El obispo ha considerado que al recibir la ordenación en grado del episcopado, el nuevo obispo de Guadix «recibirá la plenitud del sacerdocio de Cristo para ser pastor de su pueblo, esposo de su Iglesia, padre de los fieles, siervo de todos». El obispo electo de Guadix, el obispo de Córdoba ha reconocido que «todos los que estamos aquí, junto a la alegría experimentamos como un despojamiento, como si nos quitaran algo que es nuestro. Sí y no». Una duplicidad de sentimientos explicada por don Demetrio a la luz del Evangelio: “También a nosotros, Jesús nos pregunta: -¿Estáis dispuestos a darme a don Francisco para que me represente como obispo en otro lugar? ¿Estáis dispuestos a prescindir de él para bien de la Iglesia? ¿Qué le respondemos al Señor? Sólo nos cabe decirle, y lo decimos con generosidad: Señor, tú lo sabes todo, te ofrecemos con gozo y con lágrimas este don, que nos das y nos pides al mismo tiempo. Hágase tu voluntad».

El obispo de Córdoba se ha dirigido a don Francisco Jesús Orozco Mengíbar para decirle que «nos duele prescindir de ti, pero es más grande la alegría de poder darle a la Iglesia un buen pastor, que represente a Cristo y gaste su vida todavía más por la Iglesia, donde Dios te ponga», al tiempo le ha trasladado su apoyo y la oración de la diócesis de Córdoba.

La diócesis de Guadix, (denominada de Guadix-Baza hasta el Concordato de 1851) ocupa la parte noreste de la provincia civil de Granada. Es una de las primeras diócesis de Europa y la más antigua de España. Su sede es la Catedral de Guadix, localidad con una extensión de 5.677 kilómetros cuadrados y 100.238 habitantes. Su diócesis pertenece a la provincia eclesiástica de Granada y cuenta con 74 parroquias en cinco arciprestazgos en las que prestan servicio pastoral 68 sacerdotes diocesanos. En el s. XX sufrió varias reformas administrativas. La más importante se produce durante el año 1954, durante el episcopado de Rafael Álvarez Lara y Papa Pío XII. Por esta reforma, la vicaría de Huéscar, que dependía del arzobispado de Toledo, pasa al obispado de Guadix y el antiguo arciprestazgo de Abrucena, formado por las parroquias de Abla, Abrucena, Fiñana, Doña María, Ocaña y Escúllar, pasa a depender del obispado de Almería.