Han comenzado las obras de un centro que pretende convertirse en referente nacional en la protección medioambiental y animal. El proyecto ha sido diseñado por el arquitecto Fernando Cantarero y la obra, que superará el millón de euros, será ejecutada por la empresa Layma en una parcela de 10.000 metros cuadrados que albergará dos edificaciones. Situado a algo más de un kilómetro de la autovía de Andalucía, el centro se realizará en varias fases, lo ha puesto en marcha la asociación Galgos del Sur y colabora económicamente el colectivo alemán Tierschutz Spanien.

La presidenta de Galgos del Sur, Patricia Almansa, explicó a este periódico que la idea es que la primera fase esté acabada en diciembre, pero el plazo de ejecución total es de cuatro años. Apunta que «vamos a seguir haciendo la labor que realizamos desde hace 14 años, que es rescatar galgos, recuperarlos e insertarlos en familias, pero sobre todo formar a la sociedad para incorporarnos a Europa en el trato con los animales y que no seamos el patito feo». Con este nuevo centro se va a dar un salto más, que es apostar por la educación. Para ello se incorporan al ideal y estándar europeo.

Almansa comentó que Tierschutz Spanien, que invierte gran parte del presupuesto, siempre les ha acompañado en el rescate de galgos y la búsqueda de familias, «siendo Alemania el principal país de destino, ya que entienden que el galgo es un perro que se adapta perfectamente a la vida en familia, con lo que la mayoría de ellos son adoptados allí». Posteriormente se irán incorporando colectivos de otros países nórdicos.

Esa hermandad entre ambos colectivos hizo que hace cuatro años buscaran recursos para un centro que acoge una perrera con varios boxes, almacenes, cobertizo para otros animales, una clínica veterinaria con zona de quirófano, hospitalización e infecciosos; sala de educación medioambiental, cafetería, tienda, zona de patios de recreo para los animales, piscina terapéutica, un huerto ecológico, espacios para actividades con los niños y los perros, vivienda para el guarda y estancias para voluntarios. La base de esta iniciativa es transmitir a la sociedad del futuro el amor por los animales.

Patricia Almansa concluye que «el año pasado y el anterior recogimos más de 250 galgos, pero nosotros somos un punto en un mar gigantesco». En Córdoba han calculado, con los datos de otros colectivos, que se pueden abandonar al año alrededor de 5.000, siendo la provincia uno de los mayores centros galgueros.