La Costa del Sol se convierte cada año en un espacio para desconectar y olvidarse de la rutina diaria de muchos vecinos del Alto Guadalquivir, aparte de ser un lugar ideal para evitar los casi 50 grados que se han soportado durante varias semanas del soporífero verano.

Muchas familias eligen este destino por su cercanía, por su buen clima y por sus precios asequible, sobre todo. Dos de los destinos elegidos por los vecinos del Alto Guadalquivir son Fuengirola, donde tienen en el Juan Playa y el Rancho Playa su punto de encuentro, así como en La Carihuela y El Bajondilla (Torremolinos), donde el Yate el Cordobés se convierte en el punto de referencia.

En el Rancho Playa incluso hay dos camareros de la comarca, como son Antonio y Nacho, de Bujalance, quienes ofrecen a sus paisanos lo mejor del mar, así como su simpatía y agrado.

En El Bajondillo, los montoreños Sebastián Olaya y Dolores Onieva llevan décadas atendiendo a los turistas que llegan de todo el mundo, pero su preferencia son los del Alto Guadalquivir. Con ellos se encuentra trabajando dos de sus hijos, Paco y Gabriel, así como su sobrino Pepe. Sin duda, una gran familia, que está respaldada por un gran equipo humano, la mayoría de Palenciana. Tanto Sebastián como Dolores llevan a gala ser de Montoro y prueba de ello es que el aceite que consumen es de su tierra. Incluso uno de los cuadros preferenciales de su chiringuito es una vista de Montoro. Comentan que «cuando nos llega un paisano de nuestra comarca nos sentimos muy halgados, ya que nos trae muchos recuerdos». De hecho señalan que «no paramos de ir a Montoro cada vez que podemos, donde tenemos casa y una finca, con un molino restaurado de gran valor patrimonial, a la que vamos a darle vuelta de vez en cuando».

En la Carihuela nos encontramos con una de las hijas de Pepe Collado, el electricista de Villa del Río, así como a Juani, mujer de José Lendínez, de la prestigiosa firma de moda Nuria Novias. También, en la zona de Torre del Mar se encontraba Bartolomé Caballero y su señora, Remedios Sánchez, que, con su hijo pequeño disfrutaban de una bonita jornada de playa y chiringuito con unos amigos suyos.

De Cañete de las Torres también vimos a Alfonso Luque y su señora, que cada año vuelven a este lugar para disfrutar del merecido descanso.

Han sido días para el reencuentro, al diversión y al mismo tiempo el relax de muchas familias que vuelven cada año a la Costa del Sol, donde encuentran una gran oferta de ocio, compras y entretenimiento, y que al mismo tiempo les sirven para cargar las pilas.

Aunque aún no ha acabado el verano y el colegio ha empezado, muchos apuran las últimas horas del buen tiempo para darse la última escapada. Incluso sacrifican algunos días de su feria para desconectar y cargar las pilas.

La gastronomía, con el pescaíto malagueño como referencia, la Costa del Sol ha crecido exponencialmente durante el último año, aumentando los establecimientos de ocio y entretenimiento, así como los restaurantes que durante todo el año brindan una amplia oferta a sus clientes.