Si en las fiestas navideñas hay una tradición señera que supera a muchas de las que año tras año se repiten en Montoro, ésta es la de la recogida de las cartas de los niños a cargo de los Carteros Reales. Desde hace más de una década se viene celebrando esta cita anual. Quizás más años, pero cada uno es diferente, porque los niños son acompañados por sus madres y no muchos de ellos no son los mismos del anterior.

Por otro lado, Setenta y dos niños del colegio público Ramón Hernández Martínez de Cañete de las Torres protagonizaron anoche una de las postales navideñas más entrañables. Representaron el Nacimiento de Jesucristo en una actuación viva y llena de emoción, en un marco incomparable, con la torre del homenaje del castillo de la localidad como testigo histórico del paso de los años. Más de mil personas, tanto de la localidad como de pueblos vecinos, asistieron a esta sexta edición del Belén viviente de esta localidad, organizado por el citado colegio, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y la delegación de Participación Ciudadana de la Diputación provincial. Como dijo la directora de esta representación, María del Campo Velasco, «los niños han trabajado mucho y lo han hecho fenomenal». Antes y después de la escenificación, los asistentes pudieron adquirir productos típicos elaborados por miembros de las distintas cofradías de pasión y de gloria, como la de los blancos, los negros y los morados, así como la de San Isidro Labrador, la de Nuestra Señora del Campo y la de la Virgen de la Cabeza. También montó un puesto el AMPA y varias empresas de artesanía de la localidad.