El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández ha concluido su visita pastoral a Bujalance, con la reapertura al culto la Catedral de la Campiña de Bujalance, con una misa de acción de gracias y la bendición del templo, tras cerca de un año cerrada por las obras de restauración realizada por la empresa Fernández y Villa, con un presupuesto de más de cien mil euros, aportados por el obispado cordobés.

En estas obras se ha dotado de cimentación a las capillas de María Auxiliadora y Santa Teresita de Lisieux. Además se ha rehabilitado el canal de desagüe para impedir las filtraciones a la parroquia, colocándose canelones en todo el lateral del templo. También se ha sustituido el mármol en el suelo y zócalo de la capilla de María Auxiliadora y el zócalo y lápidas y el suelo de mármol de la capilla de Santa Teresita y se han pintado y restaurado las cubiertas y pintado y restaurado las molduras y cúpulas de estas capillas.

Además, la restauración integral de las capillas de la Virgen de Fátima y San Isidro, restauración de varias capillas laterales de la parroquia; sustitución de luminarias por otras de tipo led y redistribución de focos para dotar a la parroquia de una iluminación más práctica y artística. Finalmente, la limpieza del retablo mayor y de las naves laterales y la pulimentación del suelo del mármol, dándole un espectacular brillo. El templo se encontraba repleto de fieles, que pudieron comprobar de primera mano, en las perfectas condiciones que ha quedado, remarcando su belleza arquitectónica.