El parque de la Tremesina, de Adamuz, acogió ayer uno de los encuentros más típicos del año de esta localidad: La botijuela. Se trata de una celebración ancestral, que tenía lugar en los cortijos, mediante la cual el encargado de la finca de olivar organizaba una fiesta para agasajar a los jornaleros que durante la dura campaña habían trabajado para él. Esta fiesta la solía costear el dueño de la finca y en ella se le echaba el pañuelo a las mozas, se le hacía el malculillo a los novatos y se manteaba al encargado, entre algunas viejas costumbres que han ido desapareciendo con la velocidad del tiempo y que este pueblo recupera con esta fiesta. Hasta Adamuz se desplazaron vecinos llegados de todos los pueblos de alrededor, incluso de la capital cordobesa, para sumarse a cada uno de los actos que se iban celebrando durante la jornada, que comenzó con la degustación del tradicional joyo con aceite de la Cooperativa Virgen del Sol (Dcoop), aceitunas aliñadas y bacalao. Este manjar se ofrecía en una barra de bar que este año ha sido concedida a la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno para recaudar fondos para sus futuros proyectos. Han sido más de 800 los bollos que se destinaron a llenar con aceite de oliva de la recién acabada campaña. Y los asistentes consumieron en torno a 10 litros de este oro líquido. Luego continuaron los concursos gastronómicos, los bailes típicos y los paseos en burro organizados por Quivirocio, una empresa de turismo de la comarca que animó a niños y mayores a pasear por los rincones típicos de esta localidad serrana.

El Ayuntamiento habilitó una carpa donde se desarrollaron todas las actividades y se montaron diversos estands de aceitunas, productos ibéricos de los Hermanos Mendoza Porcuna, patatas fritas artesanas y el aceite de La Serrana, que tanto éxito está teniendo en las mesas de los principales bares y restaurantes de media Andalucía. Tampoco faltaron las labores artesanas de cestas y canastos hechos con mimbre, una vieja tradición que se sigue conservando en este pueblo serrano del Alto Guadalquivir. el presidente de la hermandad del Nazareno, Francisco Pozo, recalcó que «la jornada está siendo un éxito, tanto por el ir y venir de vecinos de dentro y de fuera como de ambiente».