El sector del aceite de oliva y la aceituna de mesa han criticado la «falta de reacción» a la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a diferentes productos agroalimentarios españoles, y han reclamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «contundencia» frente a estos «ataques».

En un comunicado divulgado ayer, Aceites de España e Interaceituna -las dos organizaciones interprofesionales de ambos sectores y que aglutinan a olivareros, cooperativas, industrias, envasadores y exportadores- han exigido a Sánchez «que se ponga al frente de la defensa de los intereses de la nación sin más dilación».

Además, han vuelto a solicitarle una reunión con carácter «urgente», tal y como hiciera la interprofesional del aceite a mediados de diciembre.

Representantes de ambas entidades participaron junto al resto de sectores afectados por estos aranceles en un encuentro para analizar su impacto con los ministros en funciones de Industria y Agricultura, Reyes Maroto y Luis Planas, respectivamente.

«La situación es de tal gravedad que no es posible confiar únicamente en el papel negociador de la Unión Europea. Tiene que ser España directamente la que intensifique la batalla por unos sectores que están sufriendo la expulsión del mercado americano por la imposición de aranceles adicionales que impiden competir en igualdad de condiciones», han apuntado en el comunicado.

Los sectores del aceite y la aceituna han pedido «un plan de acción y soluciones» ante la magnitud de esta crisis, que en su opinión «pone en riesgo la supervivencia» de un área clave de la economía española y fundamental en la lucha contra la despoblación debido a su importancia en algunas zonas rurales.

«No hay ni una sola comunidad autónoma en la que no se vayan a notar los efectos adversos de unas medidas que suponen una agresión sin precedentes contra España», han insistido.

En el marco de la reunión mantenida sobre las tasas aprobadas por la Administración Trump, el Gobierno defendió su actuación y transmitió a los sectores afectados que ya se han mantenido cuatro reuniones bilaterales con las autoridades del país norteamericano.

Pese a que existe la «amenaza» de que EEUU suba los aranceles o amplíe la lista de productos gravados por esta tasa adicional próximamente, desde el Ejecutivo se mostraron optimistas tras detectar un «cambio de actitud» de la Administración estadounidense, aunque advirtieron de su carácter «imprevisible».

Como portavoz de la plataforma de sectores afectados intervino el director general de la patronal de la industria alimentaria (FIAB), Mauricio García de Quevedo, quien subrayó que se trata «de un problema de Estado y no sectorial», y exigió «medidas concretas y específicas para compensar» el perjuicio creado por los aranceles.