Los altos precios que alcanzan las fincas agrarias tras cuatro años de incremento de las cotizaciones están frenando las ventas de explotaciones en la provincia de Córdoba, a lo que se une también la incertidumbre económica y política. Además, se está observando un crecimiento de los arrendamientos de fincas para destinarlas a cultivos como el olivar intensivo o superintensivo o para el almendro, que se están haciendo a largo plazo para rentabilizar la inversión. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan un enfriamiento en las operaciones realizadas, como ya sucedió durante el 2018. Así, en los primeros nueve meses del 2019 se vendieron en Córdoba 2.180 fincas, un 9,1% menos que en el mismo periodo del 2018, rompiendo la tendencia que se observa en Andalucía y en el resto del país. Pese a ello, las 2.180 fincas adquiridas es una de las cifras más altas de Andalucía, solo superada por las 4.092 de Jaén y las 3.567 de Granada. En España, la adquisición de fincas creció un 0,2%, pasando de 106.305 a 106.567 operaciones, mientras que en Andalucía se elevó un 0,97%, con 17.377 transmisiones.

De confirmarse en el último año la contracción de operaciones, Córdoba acumularía su segundo ejercicio de descenso, después de que durante el 2017 alcanzara el valor más alto desde la salida de la crisis económica, con 3.165 transmisiones. No obstante, este número de operaciones queda bastante lejos del máximo alcanzado en el año 2007, cuando se escrituró la compra de 3.827 fincas.

Los precios

Esta tendencia se produce en un marco de altas cotizaciones de los precios de la tierra tras crecer ininterrumpidamente desde el año 2015. Precisamente, la Consejería de Agricultura ha publicado recientemente los resultados definitivos de la encuesta de precios de la tierra correspondiente al 2018, que ya avanzó en sus resultados provisionales este periódico. En Andalucía, los precios medios ascendieron un 2,5% respecto al 2017, situándose el valor medio en 20.456 euros por hectárea. En España, el crecimiento fue menor al elevarse un 1,3%, con un precio más frecuente de 10.209 euros por hectárea.

En Córdoba, el informe de la Administración andaluza destaca que hubo un incremento generalizado de los precios medios durante el 2018, con variaciones que fluctuaron entre el 0,1 y el 5,7 por ciento, situándose la media de subida en el 4,2% y un valor de 19.993 euros por hectárea. Como viene siendo habitual, las tierras dedicadas al cultivo del olivar en regadío para producir aceite son las que alcanzaron una mayor cotización, con una media de 37.507 euros por hectárea, seguidas muy cerca por las plantaciones de naranjo en riego, con 37.268 euros. Del mismo modo, presentan una buena cotización los viñedos y los olivares en secano, con 33.091 euros y 32.747, respectivamente. Precisamente, Córdoba es la provincia andaluza en la que el viñedo tiene un precio medio más alto, superando a Cádiz, donde se pagó el pasado año a 29.559 euros la hectárea. Y es que la vid, con una subida del 5,7% en un año, fue el aprovechamiento que más creció en la provincia.

El resto de cultivos alcanzaron las siguientes cotizaciones: labor de regadío (25.780), labor de secano (10.240) y pastizal (5.690). Todos los aprovechamientos mejoraron su precio en el 2018. Lo que menos se elevó fue el naranjo de regadío (0,1%), seguido de la tierra de labor de secano (2,3%) y la de labor de regadío (2,5%). Junto al viñedo (5,7%), fue importante el incremento del olivar de secano (5,2%).

La encuesta de la Junta de Andalucía recoge también los precios máximos que se registran en las distintas provincias. El olivar, como sucede en los precios medios, es el que llega a cotizar más alto en Córdoba, con un máximo de 43.839 euros por hectárea en regadío y 41.255 en secano. El precio mínimo no baja de 25.776 en el regadío y de 22.062 en secano.

El naranjo también consigue precios muy altos, con un valor máximo de 40.764 euros por hectárea, mientras que en el viñedo se llega a pagar 39.290 en las mejores tierras.