La Fundación Savia, Fedehesa y la Cátedra de Ganadería Ecológica-Ecovalia, de la Universidad de Córdoba, han presentado una serie de propuestas en defensa de la ganadería extensiva y la dehesa en la nueva Política Agraria Común (PAC) ante la elaboración del Plan Estratégico Nacional Agrario. Entre sus conclusiones, las tres entidades defienden la ganadería extensiva y la dehesa en el nuevo marco agrario, ya que consideran que son «esenciales» para alcanzar los objetivos climáticos y medioambientales del Acuerdo de París (2015) y el Pacto Verde Europeo (2019). En el informe que han elaborado sugieren que la defensa de la ganadería extensiva y la dehesa «constituyen una potente garantía de que España va a cumplir con el objetivo del 25% del suelo ecológico para el año 2030, ya que muchas de ellas reúnen los 2/3 de los requisitos exigidos del reglamento europeo 2018/848 sobre producciones ecológicas».

En el documento elaborado aseguran que hay que disminuir «drásticamente el excesivo número de regiones» que existen en la actualidad (50), haciendo una nueva comarcalización en la que los pastos «no pueden quedar representados de la forma injusta en la que se encuentran actualmente, tanto en el número de comarcas (41 para las tierras cultivables y 9 para los pastos), como en el valor medio de los derechos de pago básico». Así, advierten de «diferencias abismales, como ocurre entre lo que cobra la región 2.401 (tierras de cultivo), que recibe 1.430,55 euros por hectárea, y lo que cobra la región 103 (pastos permanentes), que recibe 60,39 euros por hectárea». Del mismo modo, sugieren el incremento del importe de los derechos de pago básico de las hectáreas admisibles correspondientes a las superficies de pastoreo, hasta alcanzar la cantidad de 125-150 euros por hectárea «para que los ganaderos de extensivo, simplemente, puedan subsistir».

Además, instan a la creación de una región específica para la dehesa de quercus, con una ayuda básica que reconozca el esfuerzo físico y económico de sus buenas prácticas que se tienen que realizar anualmente para garantizar su conservación medioambiental y su sostenibilidad socioeconómica. Esta ayuda básica, según estiman, debe descansar sobre las hectáreas de terreno a conservar y no sobre las cabezas de ganado existentes, cuyo número debe estar supeditado a las buenas prácticas de manejo empleadas. Por ello, piensan que el importe total debe estar entre 225 y 250 euros por hectárea. Por último, indican que el techo de ayudas por explotación no debe de superar los 60.000 euros netos.