El actual Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Córdoba (PMUS) data del año 2013, año en el que el por entonces equipo de Gobierno municipal encabezado por el alcalde José Antonio Nieto abordó la elaboración de este documento, después de la redacción de un avance que se hizo dos años antes. Este PMUS, con un horizonte temporal que abarca hasta el año 2030, no es un proyecto con medidas concretas que deban ejecutarse y cuenten con financiación expresa, sino un protocolo o documento flexible que fija líneas e ideas de actuación a nivel local.

Para su elaboración, el Consistorio creó en su día varias mesas de trabajo para promover la participación ciudadana y de distintos colectivos, en torno a las áreas de movilidad peatonal y en bicicleta, en transporte público, en la empresa y en el comercio, movilidad a los centros educativos, en vehículos privados y en torno a la situación de los aparcamientos.

El objetivo principal de este PMUS era alcanzar un nuevo equilibrio en los medios de transporte sobre unas bases de sostenibilidad y mejora de la calidad de vida urbana. Para ello, el Plan analizaba todos los aspectos relacionados con la movilidad de los vecinos de la ciudad y planteaba intervenciones en distintos ámbitos, como el transporte público, el uso del vehículo privado, la gestión y organización de aparcamientos, el uso de bicicletas, planes de transporte al trabajo, de carga y descarga y de transporte de mercancías, e infraestructuras viarias; «todo ello con el fin fundamental de cumplir el decálogo de objetivos que universalmente se tiene aceptado en movilidad sostenible», según sigue indicando la web de la Delegación de Movilidad del Ayuntamiento de Córdoba.

Decálogo de la Movilidad Sostenible/ Un decálogo que aboga por una mejor regulación del acceso y del estacionamiento en los centros urbanos, una mejora de la oferta del transporte público, el desarrollo de medidas de integración de los transportes públicos y su intermodalidad, la potenciación de estacionamientos de disuasión, la ordenación de la red viaria en relación a los diferentes modos de transporte, el fomento de la movilidad a pie y en bicicleta, la gestión de la movilidad en aspectos relativos a grandes centros de atracción ciudadana, la regulación adecuada de la carga y descarga de mercancías, la mejora de la calidad del aire y reducción del ruido, y la mejora de la seguridad vial. Aspectos todos ellos en los que, en mayor o menor medida, el Ayuntamiento de Córdoba viene trabajando y poniendo en marcha medidas en los últimos años, aunque desde diversos colectivos se reclaman más medidas e iniciativas para lograr las directrices apuntadas en el 2013 por el PMUS.

Asimismo, y entroncando con el tema de la movilidad, desde el pasado año el Ayuntamiento tiene pendiente la aprobación del proyecto de Ordenanza de Movilidad, o Plan de Movilidad, que actualmente sigue «en fase de desarrollo», según indican fuentes municipales. Un Plan de Movilidad que a finales del año pasado fue objeto de debate público por la previsible regulación que debe incluir del uso de nuevos vehículos de movilidad personal como los patinetes eléctricos, aunque el Plan abarcará muchos más aspectos para la movilidad de la ciudad. Desde entidades como la Asociación de Peatones A pata Córdoba se ha criticado el retraso que viene registrando la aprobación de este nueva Ordenanza municipal de Movilidad, tras casi 30 años de vigencia de la anterior, correspondiente al año 1992.