El sector agrario ha dejado patente su enorme importancia a lo largo del 2020 con la irrupción de la pandemia por el covid-19. La pandemia ha dejado en suspenso los problemas y retos que acucian al campo cordobés y que ahora hace un año provocaban las multitudinarias protestas de agricultores y ganaderos: baja rentabilidad -vinculada a los bajos precios-, falta de agua, la competencia de terceros países, el cambio climático, la PAC, la falta de relevo generacional...

Es cierto que la agricultura y la ganadería solo representa el 9,5% del Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia de Córdoba -según el Instituto Nacional de Estadística (INE)-, pero también lo es que la relevancia del sector primario supera con creces su valor económico, que no es nada desdeñable. La producción final agraria de la provincia de Córdoba alcanzó los 1.256,3 millones de euros en 2019 y las exportaciones de productos agroalimentarios supusieron 971 millones de euros, según datos de ICEX España Exportación e Inversiones, pero aún así Córdoba fue la provincia andaluza en la que se redujo más la renta agraria en el 2019, al ascender a 1.038,8 millones, 262,6 menos que en el 2018 (-20,7%).

También en esta difícil coyuntura en la que se encuentra el campo ha continuado cumpliendo una labor social básica como agente de fijación de la población al territorio. Y es que no se puede perder de vista que el campo es, junto al sector servicios, la principal fuente de empleo de la provincia. Así, para ver esa importancia, de los 47.366 contratos que se realizaron en la provincia el pasado mes de enero, 31.745 correspondieron al sector agrario, es decir, el 67%.

Además, son unas 40.000 personas físicas y jurídicas las que acuden cada año a la convocatoria de la solicitud única de la PAC. Por otra parte, el Censo Agrario de Explotaciones de 2009 contabilizaba alrededor de 37.000 unidades en la provincia. Y son más de 35.000 las personas físicas titulares de explotación en la provincia, informa la Junta de Andalucía.

Según las declaraciones de la solicitud única de la PAC 2020, en la provincia de Córdoba se declararon 1.033.525 hectáreas, de las que 920.370 son de secano y 113.155, de regadío. Precisamente, el agua es una de las principales reivindicaciones del campo cordobés. La provincia de Córdoba almacena casi el 50% del agua de la cuenca del Guadalquivir, pero apenas posee el 15% de la superficie de regadío de la cuenca.

El agua es fundamental para el primer cultivo de la provincia, el olivar, al que se dedican 356.058 hectáreas. El agua no es la única preocupación del sector olivarero, que ha vivido una auténtica crisis de precios. Hace ahora un año, las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, con el apoyo de los sindicatos CCOO y UGT, reunían a más de 6.000 agricultores en una tractorada para reivindicar el sector agrario y el medio rural y por «los continuos ataques que recibe el campo español», señalaban en un comunicado en el que indicaban que la movilización «era muy necesaria debido a que la práctica totalidad de los agricultores y ganaderos están inmersos en una grave crisis de rentabilidad y por los altos costes de producción».

La irrupción de la pandemia dejó aparcadas estas reivindicaciones, pero la PAC ha vuelto a poner en jaque al sector. Las patronales agrarias han mostrado su rechazo al real decreto de transición de ayudas de la PAC, en la que se ha producido una bajada del presupuesto de esta política para España en el marco 2021-2027, al considerarlo lesivo para los intereses del campo andaluz.

La ganadería no es ajena a la crisis de precios del sector. El precio que se viene pagando en algunas producciones apenas costea el gasto que supone la crianza del ganado y a ello hay que unir el incremento de los costes. Aun así, el peso de la ganadería ha ido ganando importancia en los últimos años en la provincia. La producción final ganadera en 2019 fue de 292,4 millones de euros, 15,2 millones más que el ejercicio anterior.

Según los datos del Sistema de Información y Gestión Ganadera (Siggan) de la Junta, en noviembre de 2019 (últimos datos disponibles) había en la provincia de Córdoba 19.416 explotaciones ganaderas, siendo las de porcino las más numerosas (6.356), seguidas por las de equinos (5.994) y las dedicadas a la cría de ovino y caprino (4.814). En estas explotaciones se crían 1.009.648 cabezas de porcino, 672.105 cabezas de ovino, 155.945 de vacuno y 62.732 de caprino, a las que hay que sumar 20.262 caballos, mulos y asnos, 56.216 colmenas, 124.133 aves ponedoras y 1.249.760 de aves para producción de carne.

Especial importancia está adquiriendo la producción ecológica. Córdoba es la primera provincia andaluza en número de cabezas y colmenas ecológicas, con 135.414 en 2019 (último dato disponible), 10.149 más que un año antes. El ovino, con 79.867 cabezas, seguido por la cabaña avícola, con 32.364 cabezas y el vacuno, con 18.763, son las principales ganaderías ecológicas de la provincia, que es la tercera de Andalucía en número de explotaciones ecológicas, con 878 registradas en 2019.

Si importante es la producción ecológica ganadera, más aún lo es la agrícola. Según los datos de la Dirección General de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, contaba en 2019 con 2.206 operadores en producción ecológica, 40 más que en el ejercicio precedente. Esto sitúa a Córdoba como la tercera provincia con más operadores en producción ecológica tras Almería, que tiene 3.732, y Granada (2.982).

Por lo que respecta a la superficie dedicada a cultivo ecológico, Córdoba cuenta con 171.364,71 hectáreas, 1.366,88 más que en 2018. Por superficie, la provincia cordobesa es la segunda tras Huelva, que cuenta con 210.758 hectáreas.

Los pastos, praderas y forrajes, con 96.301 hectáreas, seguidos por el olivar (26.788), el barbecho y abono verde (24.819,86) y los cereales (19.515,39) son los principales aprovechamientos ecológicos de la provincia, que cuenta, además, con 279 industrias ecológicas, 17 más que en el año anterior.

Si crecientes son los datos de producción ecológica tanto en superficie como en operadores e industrias, los datos de regadío no son tan positivos.

La situación de sequía acucia al campo cordobés. De los 3.182 hectómetros cúbicos de capacidad de los embalses de la provincia, a fecha de 12 de febrero la cantidad de agua almacenada era de 969 hm3, es decir, el 30,45% de la capacidad de almacenamiento. No es de extrañar que la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) califique la situación de «alarma».

Actualmente, Córdoba es la provincia andaluza que aporta más recursos hídricos a la cuenca del Guadalquivir, pero es la que menos superficie de regadío: Jaén tiene el 37% de su superficie cultivada en regadío; Sevilla, el 32%, Huelva, el 17%; Cádiz, el 16% y Córdoba, el 14%, con 113.155 has. de regadío.

La demanda de agua y de más regadíos es otra de las asignaturas pendientes del campo cordobés, que tiene en el aceite su principal baluarte. De hecho, el aceite es el principal producto exportado por la provincia, según la Agencia Andaluza de Promoción Exterior Extenda, que cifra en 455 millones de euros el valor de las exportaciones de ‘oro verde’ hasta noviembre de 2020.

La importancia del sector olivarero queda reflejada también en las industrias agroalimentarias de la provincia. De las 939 registradas, 278 son de aceite y grasas vegetales. Tras estas se sitúan las industrias de manipulación y conservación -clasificación, limpieza, etc.- (143), enológicas, alcoholes y bebidas alcohólicas (121), industrias cárnicas (115) y las de frutas y hortalizas frescas (60).

Todas, junto al resto de productores y operadores, se enfrentan a no pocos retos este año, entre ellos, los impuestos por la pandemia del covid-19 y las restricciones que ha provocado.