A pesar de ciertas limitaciones provocadas por la pandemia del covid-19, los colegios cordobeses continúan con su labor de concienciación y sensibilización en materia de reciclaje, con todo tipo de actividades que enseñan y refuerzan el proceso de entendimiento y aprendizaje de los más pequeños de este tipo de cuestiones. No en vano, para la educación y concienciación ambiental de toda la sociedad -necesaria en todas las edades- es fundamental trabajar en las etapas más tempranas, contando para ello con el apoyo y el trabajo del profesorado y de las propias familias, según indican los expertos.

Ejemplo de esta labor es el Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Noreña, de Córdoba, que durante este mes ha desarrollado con sus 50 alumnos de Infantil de cuatro años un proyecto en el que, dentro del tema La Tierra, nuestro planeta, los pequeños han trabajado la importancia del cuidado del medio ambiente.

Para ello, los niños han aprendido el concepto de basuras y a reciclar los distintos tipos de residuos -plásticos y envases, materia orgánica, papel y cartón, y vidrio y cristal- en sus respectivos contenedores de color amarillo, gris, azul y verde; mediante, entre otras actividades, la elaboración de un cartel en el patio del colegio que reproduce estos contenedores, en los que van pegando diferentes objetos o imágenes que representan a diferentes productos.

«De esta manera, los pequeños aprenden a reciclar, aprendiendo a colocar todos los residuos que se generan en casa en su correspondiente contenedor, para que se puedan utilizar de nuevo», explica María Josefa Córdoba, tutora de Infantil de 4 años y secretaria de este colegio público cordobés.

Todo ello en colaboración y con el apoyo de las familias de los pequeños, a las que se les pide que continúen en casa con esta labor de reciclaje, «para afianzar lo aprendido, porque los más pequeños también deben verlo fuera de las aulas», indica la secretaria del CEIP Noreña.

Asimismo, y debido a la situación provocada este curso por el covid-19 que impide que los maestros puedan salir a las inmediaciones de los centros con los alumnos, también se ha pedido a las familias que cuando vayan por la calle con los niños les enseñen y les expliquen para qué sirven los propios contenedores que hay en las calles. «En líneas generales, todas las familias colaboran», según esta maestra.

Este colegio cordobés viene trabajando sobre esta materia en los últimos cursos con los más pequeños, desde Infantil de 3 años, aunque este año, por las limitaciones establecidas con motivo del covid-19 no han podido poner en marcha el proyecto que también vienen desarrollando con los alumnos de primero de Infantil.

Detalle del mural colocado en el patio de este centro. Foto: CÓRDOBA

Este proyecto consiste en la instalación de papeleras de diferentes colores a manera de pequeños contenedores dentro del aula, en el que los niños depositan sus residuos de envases, orgánico y papel procedentes de sus desayunos y meriendas.

«Sin embargo, y aunque este año no hemos podido colocar estas papeleras siguiendo las indicaciones sanitarias, no significa que no incidamos también en esta cuestión con estos grupos de los más pequeños de tres años», señala María Josefa Córdoba. Y la concienciación y el aprendizaje, lógicamente, no acaba ahí, pues ya también entre los estudiantes más veteranos de Infantil de 5 años se sigue insistiendo en la importancia del reciclaje, también de la mano de las familias. Ya para los cursos posteriores, de primero a sexto de Educación Primaria, las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático también continúan presentes a lo largo de la programación didáctica del área de Ciencias Sociales, donde entre los objetivos de cada curso se encuentra «conocer y valorar el patrimonio natural y cultural de Andalucía y España, y contribuir activamente a su conservación y mejora, mostrando un comportamiento humano responsable y cívico, colaborando en la disminución de las causas que generan la contaminación, el cambio climático, y apostando por el desarrollo sostenible y el consumo responsable, mediante la búsqueda de alternativas para prevenir y reducir la contaminación».

En definitiva, un ejemplo de la labor educativa y de concienciación que se realiza desde muchos colegios cordobeses, con vistas a conformar unas generaciones futuras que apuesten más por la necesaria sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.