-¿Cuáles son los principales problemas que han observado como empresa durante esta crisis?

-El principal problema que hemos estado padeciendo durante estos días de mayor incidencia de la pandemia y que más han afectado al desarrollo normal de las empresas ha estado en encontrar los productos necesarios para poder tomar las medidas de seguridad oportunas para desarrollar el trabajo en el interior de nuestras instalaciones, sobre todo en los primeros momentos en los que se decretó el estado de alarma y el confinamiento general de la población.

-¿Qué medidas han adoptado para hacer frente a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus?

-A nivel de empresa, en las instalaciones de nuestra fábrica se han extremado todos los días las medidas de limpieza y desinfección, tanto en la maquinaria de fabricación como en los vehículos que utilizamos para el transporte de los productos, y en general en todas las instalaciones y en el conjunto del personal. La seguridad y la higiene ha sido una de nuestras mayores preocupaciones durante estos días.

-¿Qué piden a las administraciones para volver a la denominada nueva normalidad?

-Con esta crisis, que ha hecho y va a seguir haciendo mucho daño a todos los sectores industriales, lo que hace falta es incentivar sobre todo el consumo local de nuestros productos agroalimentarios, y bajar la presión fiscal a las empresas, para que éstas puedan hacer frente a todos los pagos. De ese modo creo que se puede contribuir a que levantemos cabeza.

-¿Por qué hay que consumir productos cordobeses y qué valores destacaría de la agricultura y ganadería cordobesa?

-Como he mencionado anteriormente, es muy importante que el consumo se haga también a nivel local y de la provincia para ayudar de este modo a levantar a las empresas y a la economía cordobesa, que es la que tenemos más próxima. Además, hay que consumir productos cordobeses porque a lo largo de toda la provincia tenemos unos excelentes productos agrícolas y ganaderos: aceite, vino, quesos, miel, productos ibéricos como el jamón, leche, carne de vacuno y ovino, y otros productos artesanales y de calidad como es, en nuestro caso, las patatas fritas; respaldados muchos de ellos por las siete denominaciones de origen protegida (DOP) existentes.