A raíz de una demanda ciudadana, y al ver durante varios años que cuando cambia la dirección del viento, el humo de la planta de orujo de El Tejar en Pedro Abad incide directamente sobre la localidad vecina de El Carpio, sufriendo una neblina con intenso olor, la alcaldesa de esta localidad, Desirée Benevides, ha mantenido una reunión con la delegada de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Córdoba, Araceli Cabello, para que investigue esta situación. Benavides ha explicado a este periódico que «tenemos la sospecha de que ese humo pueda provocar un determinado tipo de contaminación que quizás perjudique la salud y el bienestar de nuestros vecinos».

La regidora carpeña ha explicado a este periódico que «le hemos solicitado datos que nos confirmen si hay o no peligrosidad para los ciudadanos y un estudio de calidad del aire». No obstante, Benavides ha matizado que «nosotros, independientemente, nos hemos puesto en contacto con una empresa privada que va a realizar ese estudio para cotejar esos datos».

Esta problemática también se extiende a los propios vecinos de Pedro Abad cuando el viento se dirige a su casco urbano. A través de las redes sociales existen movimientos vecinales que están luchando contra esta situación, «por lo que estamos a expensas de las actuaciones que se hagan desde la Delegación territorial de Agricultura y nos mantenemos en contacto con ellos para ver qué hacemos en el siguiente paso».

Desirée Benavides aclara que «para nosotros es importante que se hayan escuchado las demandas y que se haya comprometido la delegada a recabar los datos para ver qué es lo que está pasando».

En torno a esta problemática se ha creado un movimiento ciudadano denominado Alto Guadalquivir Aire Limpio (AGAL), que demanda públicamente, mediante redes sociales, a los ayuntamientos del Alto Guadalquivir «que pasen a la acción y se establezcan unidades que permitan medir la calidad del aire que respiramos, con el objetivo de poder comprobar en tiempo real el aire que respiramos, que respiran nuestro hijos y mayores, que respira nuestra población». Aseguran que «necesitamos una respuesta unánime de todos los pueblos afectados por estos vertidos a la atmósfera y es por ello que invitamos a toda la población que siga nuestros movimientos en redes sociales --de momento permaneceremos ahí-- por si en alguna ocasión hay que pasar a una reivindicación más contundente», según se recoge en una nota emitida por este movimiento a este periódico.