-¿Cuáles son los principales problemas que ha observado como institución durante esta crisis?

-Hemos tenido que afrontar la problemática de una adaptación a la docencia no presencial en un tiempo récord, pero en la docencia en ingeniería la presencialidad y las prácticas son muy importantes, y ahí hemos tenido que ser muy creativos, innovadores, pero también flexibles para permitir que los estudiantes puedan adquirir todas sus competencias. Los problemas relativos a la investigación también han sido importantes. La actividad investigadora se ha visto muy limitada, fundamentalmente en aquellos casos en que requiere trabajo de laboratorio o de campo.

-¿Qué medidas han adoptado para hacer frente a la crisis sanitaria?

-Hemos seguido ofreciendo a nuestros estudiantes actividades y herramientas para su inserción laboral. Destacaría la importancia de la coordinación que ha existido entre departamentos, centros y equipo de gobierno de la Universidad, así como la comunicación fluida con la representación estudiantil. En cuanto a la investigación estamos comenzando un proceso de reincorporación gradual. Esta crisis ha demostrado que necesitamos un sector agroforestal y agroalimentario fuerte, y para ello es imprescindible que la investigación y las alianzas entre la Universidad y el sector se mantengan.

-¿Qué piden a las administraciones para volver a la nueva normalidad?

-Es muy importante que se reconozca el carácter esencial de la investigación con todo lo que ello implica, porque la investigación y la innovación van a ser claves para la estrategia de salida de la crisis. Por otro lado, esta crisis ha debido servir para concienciar a toda la sociedad y a todos los tomadores de decisión de lo necesario que es un sector agrario y agroalimentario viables en el sentido más amplio del término. Ojalá no sea necesario volver a defender precios justos para los productos agrarios

¿Por qué hay que consumir productos cordobeses y qué valores destacaría de la agricultura y ganadería cordobesas?

-Nadie debe dudar hoy del papel que la agricultura y la ganadería tendrán en la salida de la crisis en Córdoba. Además sin el comportamiento ejemplar del sector la realidad hubiera sido mucho más dura. Apostar por nuestros productos y defender un precio justo para ellos, es el comportamiento coherente de un consumidor que ha visto garantizada alimentación en esta crisis. El deterioro de este tejido productivo tendría consecuencias difícilmente asumibles en el futuro.