El falso etiquetado es el mayor fraude que viene detectando la Guardia Civil en Córdoba en sus labores de investigación y control para proteger los productos agroalimentarios amparados por las siete Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), al igual que ocurre en otras provincias españolas.

Así lo explica el capitán de la Unidad técnica de la Policía Judicial de la Guardia Civil con sede en Madrid, David Aguilar, que coordina estas labores en toda España y supervisa el protocolo que la Asociación española de DOP Origen España firmó con la Benemérita en enero del 2016 para proteger estos productos y también los de Indicación Geográfica Protegida (IGP). Precisamente ambas entidades celebrarán hoy en el Centro de Recepción de Visitantes de Córdoba unas jornadas con la participación del Ministerio de Agricultura, en la que se analizará el trabajo de la Benemérita en este campo.

Gracias al citado convenio, los agentes que participan en estas actuaciones han podido incrementar su eficacia, dado que desde entonces las distintas comandancias provinciales, como la de Córdoba, mantienen reuniones con las DOP de su zona -en el caso de la provincia, las 7 existentes de aceite, vino, vinagre y jamón ibérico-, en las que los agentes se forman sobre cómo reconocer un verdadero producto con denominación, y cuáles son las verdaderas etiquetas y sellos distintivos. Además, a raíz de este convenio se ha visto reforzado el canal para que los propios consejos rectores de estas denominaciones puedan presentar denuncias si tienen conocimiento de algún fraude alimentario, «y en las reuniones que mantenemos también se trasladan las sospechas de algún tipo de delito contra estos productos de calidad diferenciada de los que se pueda tener conocimiento», afirma la coordinadora general de Origen España, Rebeca Vázquez. Entre estos delitos, los más habituales suelen ser el de falsedad y de estafa, relacionados con el citado falso etiquetado, aunque también las investigaciones que realiza la Guardia Civil en este ámbito pueden terminar con la imputación de delitos contra la propiedad industrial y contra la salud pública, recuerda el capitán Aguilar.

En el caso de Córdoba, en estas operaciones participan miembros del Seprona y de los equipos ROCA (efectivos contra los robos en el campo, con unos 25 agentes en la provincia), además de guardias civiles de otras unidades como Seguridad Ciudadana y Policía Judicial, que realizan controles en explotaciones, almazaras, cadenas de distribución y también incluso en tiendas locales.

Por otro lado, entre los productos donde se detecta más fraude a nivel nacional, el jamón ibérico, «donde hay mucho más fraude que en el aceite, que también está a la cabeza de los mayores fraudes», según Rebeca Vázquez. Un fraude no siempre fácil de localizar «porque a veces están muy bien imitadas las etiquetas, o hablamos de otras cuestiones como mezclas de aceites que pretenden pasar por aceite con Denominación», apunta Aguilar.