--¿Cuáles son los problemas que ha observado como empresa durante la crisis?

--Para el sector de los espirituosos la situación es muy difícil pues sus canales de comercialización se encuentran aún cerrados. Son bebidas destiladas propias de nuestra cultura en la barra, que aún no tienen anuncio de apertura en el código indescifrable de la llamada nueva realidad. Fuimos catalogadas como esenciales y con recurso de alcohol que al final no podíamos convertir en hidrogeles. El desconcierto en las medidas sumirá al sector en una crisis que tardará años en solucionarse.

--¿Que medidas han adoptado para hacer frente a la crisis sanitaria?

--Hemos seguido todas y cada una de las recomendaciones dictadas por la autoridad sanitaria, con un cierre al público de nuestras instalaciones museísticas y culturales. Hemos abierto desde el día 11 de Mayo con un aforo máximo de cuatro personas para contemplar y disfrutar del Patio Cordobés que tenemos en casa y que en numerosas ocasiones resultó ganador. Realizamos constantes iniciativas de teletrabajo con nuestros clientes que en el 90% se encuentran cerrados, creando un ambiente de cercanía y familiaridad propio de una firma con 112 años de singladura.

--¿Que piden a las administraciones para volver a la nueva normalidad?

--Entendemos como nueva normalidad la gran crisis que se avecina, por lo cual para las administraciones sería crucial pensar en el tejido productivo y en consecuencia de los puestos de trabajo, reduciendo la asfixia fiscal, burocrática e injusta que persigue a los emprendedores.

--¿Por qué hay que consumir productos cordobeses y qué valores destacaría de la agricultura y ganadería cordobesas?

-Esta pregunta debería de obviarse ante una provincia que fue el granero de Roma... se enriqueció en irrigación, sabiduría y nuevas variedades desarrolladas en Al-Andalus y que llegan a nuestros días con las cuatro DO de aceite más laureadas del mundo con sus variedades afrutadas, verdes, dulces o preparándose para el futuro con olivar en seto y agricultura intensiva. Los vinos y vinagres también se encuentran amparados por sendas DO con valores únicos como el Pedro Ximénez y matices infinitos en Montilla-Moriles o Baena. El jamón de montanera del Norte de Córdoba da norte a la sublimación gastronómica en cinco continentes. Ser en estos días de cosecha los primeros productores de ajos del mundo en Montalbán o de naranjas en Palma del Rio completa nuestra mesa entre queserías Subbeticas, dulces de Navidad o los anisados y licores de Rute. Simplemente es cuestión de concienciación y prioridad.